Las autoridades locales están llevando a cabo una investigación exhaustiva tras la lamentable muerte de una joven de 23 años en un centro de rehabilitación en Ambato. La trágica situación se produjo después de que la joven no recibiera la atención médica oportuna, a pesar de que se quejaba de fuertes dolores luego de consumir alcohol artesanal.
Según testigos que estaban presentes en el centro de rehabilitación, la joven había consumido licor artesanal que se encontraba en el área de odontología del establecimiento. Después de ingerirlo, comenzó a sentirse mal y expresó su malestar, pero lamentablemente no se le brindó la atención médica requerida. Su compañera de habitación, Diana, quien presenció la angustiosa situación, declaró con pesar: “Ella agonizó. Nosotros la vimos morir. No la ayudaron”.
La familia de la joven fallecida organizó un plantón frente al centro de rehabilitación para exigir sanciones contra el establecimiento y para que todas las personas involucradas en su cuidado rindan cuentas ante la justicia. Alejandra Noboa, madre de la víctima, expresó su profundo dolor y enojo al afirmar: “No hicieron nada por socorrer a mi hija a pesar de que todas las internas lloraban y pedían ayuda”.
El coordinador zonal de la agencia de seguimiento de servicios de salud, Luis Cahuana, reveló que el centro de rehabilitación no poseía toda la documentación legal necesaria para operar. Cahuana detalló que el establecimiento tenía permisos y licencias registrados bajo otro representante legal, y cuando obtuvo un nuevo Registro Único de Contribuyentes (RUC), no contaba con los documentos correspondientes. A pesar de esta irregularidad, el centro continuó funcionando normalmente y aceptando a jóvenes con problemas de adicción, cobrando una tarifa mensual de 600 dólares.
Los familiares de otros pacientes que confiaron en este centro de rehabilitación también han expresado su preocupación y descontento. Verónica, tía de la víctima, afirmó que los funcionarios del centro ofrecieron garantías a la madre de la joven, incluso aseguraron que, en caso de no recuperarse en seis meses, podría permanecer en el lugar sin costo adicional mientras completaba su proceso de rehabilitación.
La prima y la tía de la joven fallecida señalaron que el personal, supuestamente capacitado, no actuó adecuadamente ni brindó la asistencia necesaria para salvar la vida de la joven. La investigación en curso buscará esclarecer los hechos y determinar las responsabilidades pertinentes en esta trágica pérdida, que ha conmocionado a la comunidad y ha planteado serias preguntas sobre la calidad de atención y seguridad en centros de rehabilitación similares.