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CIENTÍFICOS DESCUBREN FUENTE HIDROTERMAL  EN EL FONDO DE LAS GALÁPAGOS

Un emocionante descubrimiento en el mundo marino acaba de ser anunciado por el Instituto Océano Schmidt (SOI), en colaboración con la Fundación Charles Darwin (FCD). En una expedición de investigación, un equipo de científicos a bordo del buque de investigación Falkor, liderado por Roxanne Beinart y Jill McDermott de las universidades de Rhode Island y Lehigh, respectivamente, ha encontrado una nueva fuente hidrotermal en el fondo marino de las Islas Galápagos, más grande que un campo de fútbol profesional.

Esta asombrosa estructura, a la que los científicos se refieren como “respiradores” debido a sus surtidores de agua caliente, se encuentra a una profundidad de 2.500 metros bajo la superficie del océano Pacífico, al oeste del archipiélago. El campo de ventilación se extiende a lo largo de 9.178 metros cuadrados y consta de cinco chimeneas similares a géisers y tres manantiales. Lo más impresionante es que la temperatura del agua más caliente registrada en este sitio alcanzó los 288 grados centígrados, lo que sugiere su proximidad al magma volcánico subyacente.

Estos respiraderos hidrotermales son de gran importancia para la vida marina debido a los componentes químicos que expulsan. Estas sustancias químicas proporcionan un entorno único y vital para diversas formas de vida que prosperan en condiciones extremas, incluyendo bacterias especializadas y especies de animales adaptadas.

La expedición tenía como objetivo identificar los respiraderos hidrotermales en el lado occidental del centro de expansión de Galápagos, así como buscar nuevos campos de ventilación. El hallazgo se produjo cuando un cangrejo Galatheid, conocido como langostino de profundidad, apareció frente al submarino ROV SuBastian, del SOI. Según los científicos, el número de cangrejos aumentó a medida que se acercaban a la fuente hidrotermal, aunque su ubicación resultó ser especialmente desafiante debido a que los fluidos son claros y no crean grandes nubes en el agua, como ocurre con las fumarolas negras más conocidas.

Roxanne Beinart, líder de la expedición, comentó: “Se necesitó a nuestro equipo de químicos, geólogos, biólogos y algunos cangrejos para localizar esta fuente, pero finalmente lo logramos”. Este descubrimiento promete abrir nuevas oportunidades para el estudio de la vida marina en condiciones extremas y para comprender mejor los procesos geológicos que ocurren en las profundidades del océano.

Este emocionante hallazgo subraya la importancia de la investigación científica en la conservación y comprensión de ecosistemas marinos únicos y ofrece una visión fascinante de la diversidad oculta que alberga el fondo marino de las Islas Galápagos.

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