La historia de un hombre que decidió abandonar a su esposa y cuatro hijos para iniciar una nueva vida con una mujer que conoció en un mercado de la ciudad de Santa Marta ha conmocionado a la comunidad local y ha generado un amplio debate en las redes sociales.
El protagonista de esta historia es Adrián Estrada, un moto taxista de 32 años, que dejó atrás su vida familiar para entregarse a los encantos de una mujer llamada Darianis, a quien conoció en un puesto de venta de café en una plaza local. Lo que comenzó como un romance clandestino pronto se convirtió en un escándalo que se propagó por todo el país y otras naciones de América Latina, gracias a la viralización en las redes sociales.
Adrián había compartido su vida con su esposa y sus cuatro hijos, y juntos habían logrado ahorrar una suma significativa de doce millones de pesos colombianos, equivalente a casi tres mil dólares estadounidenses. Este dinero estaba destinado a la construcción de su propia casa en un terreno que habían adquirido en el noreste de Santa Marta.
Sin embargo, seis meses después de iniciar su relación con Darianis, Adrián tomó una decisión sorprendente. Un día, llegó a su hogar, tomó todos los ahorros y desapareció de la vida de su esposa y sus hijos. Además, hizo pública su relación con la nueva mujer, aparentemente con la intención de mudarse con ella.
Confío en Darianis y le entregó todo el dinero, creyendo que podría confiar en ella. Sin embargo, en un giro devastador de los acontecimientos, Darianis desapareció una vez que tuvo el dinero en sus manos, dejando a Adrián en una situación económica precaria y sin hogar. Además, su esposa se enteró de la relación extramatrimonial y decidió poner fin a su matrimonio.
Ante esta situación, Adrián Estrada tomó medidas legales y presentó una denuncia por fraude en el barrio Galán de Santa Marta, con la esperanza de que las autoridades puedan localizar a la mujer y recuperar su dinero.
Este sorprendente incidente ha generado numerosos comentarios en las redes sociales, con algunos usuarios citando el viejo dicho “Ladrón que roba a un ladrón tiene cien años de perdón” para comentar sobre el inusual giro de los acontecimientos en la vida de Adrián Estrada.
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