El buzo Peter Freire se convirtió en el salvador de un tiburón ballena en aguas de las islas Galápagos. El animal, en peligro de extinción, se encontraba atrapado en una red utilizada por barcos pesqueros, que se había incrustado en su piel.
La arriesgada operación se llevó a cabo en la isla Darwin, donde Freire se sumergió a una impresionante profundidad de 26.7 metros. Con un cuchillo afilado, logró cortar hábilmente el cabo y la malla que aprisionaban al majestuoso tiburón ballena.
“Afortunadamente, el cuchillo que tenía estaba con buen filo, y se pudo cortar la cuerda y malla a tiempo”, relató Freire, detallando que la maniobra demandó entre 6 y 8 minutos de precisión y concentración absoluta.
El tiburón ballena, una especie completamente inofensiva para los seres humanos, es considerado una criatura dócil y se ha convertido en un emblema de la rica biodiversidad marina de Galápagos. Los buzos a menudo tienen la fortuna de nadar cerca de estos gigantes del océano, siendo testigos de su majestuosidad y gracia.
Este acto heroico no solo salvó una vida en peligro, sino que destaca la importancia crucial de la conservación marina y el respeto por la vida silvestre en los océanos del mundo.
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