Una interna de la cárcel de Bogotá intentó estafar a un supuesto ciudadano, pero la llamada reveló un giro inesperado cuando se percató de que había llamado a otro preso en lugar de su objetivo inicial.
La investigación, reportada por El Tiempo, expuso la intrincada red de delincuentes que operan en los centros penitenciarios colombianos para obtener información personal y financiera de las víctimas, a menudo haciéndose pasar por empleados bancarios. El audio de la llamada de estafa se difundió en las redes sociales, atrayendo la atención de ciudadanos colombianos y usuarios de Internet debido a su inusual desarrollo.
La llamada en cuestión se produjo entre una interna del centro penitenciario de Bogotá que se hizo pasar por una “ejecutiva financiera” llamada Luisa Pérez de un banco, y un preso de la cárcel de Girardot que se identificó como Harvey Alberto Sáenz. Sin embargo, el estafador pronto se dio cuenta de que había cometido un error cuando el receptor de la llamada le preguntó de qué cárcel estaba llamando, confirmando así que también estaba encarcelado.
Lo que siguió fue una conversación inesperada y hasta cómica, en la que ambos reclusos intercambiaron risas y la mujer le aseguró al hombre que estaban en la cárcel de Bogotá. La respuesta del recluso fue un inconfundible “Se equivocó, ¿oyó?” y la mujer respondió con un insólito “entre nosotros no nos pisamos la manguera.”
La llamada concluyó con el recluso planeando continuar la conversación a través de WhatsApp, dejando a todos los que escucharon la grabación perplejos ante esta inusual situación que revela la complejidad de las operaciones dentro de las cárceles colombianas.
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