Tras las controvertidas declaraciones del agente de la Policía, Rodney Rengel, quien ofreció una videoconferencia a periodistas en la que insistió en supuestos vínculos del Gobierno de Guillermo Lasso con el narcotráfico, tanto la Policía Nacional como la Fiscalía han emitido comunicados al respecto.
La Policía Nacional informó que el agente Rengel “se encuentra en condición de ausencia injustificada” y que se ha iniciado un trámite administrativo en su contra. En su comunicado, la institución subrayó que “es necesario hacer énfasis en que sus declaraciones son personales y de ninguna manera representan” a la Policía.
Rodney Rengel, conocido por su participación en la investigación del caso denominado León de Troya, en el que están involucrados Danilo Carrera, cuñado del presidente Lasso, y su amigo Rubén Cherres, afirmó el miércoles 11 de octubre que la mafia albanesa había financiado la campaña electoral del actual jefe de Estado en 2021. Sin embargo, Rengel no presentó pruebas que respaldaran sus afirmaciones, y llegó incluso a afirmar que esta organización delictiva habría influido en el nombramiento de Bernardo Manzano como ministro de Agricultura para facilitar el aumento de cuotas de exportación agrícola, incluyendo el banano, que supuestamente se utiliza como cobertura para el narcotráfico.
El teniente Rengel, quien recientemente anunció que se encontraba en la clandestinidad debido a nuevas amenazas y solicitó medidas cautelares a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), también aseguró que el fiscal a cargo del caso había revelado en una reunión que la fiscal general, Diana Salazar, había ordenado archivar el caso debido a la trascendencia de los involucrados.
En respuesta, la Fiscalía General del Estado (FGE) emitió un comunicado en el que tachó las declaraciones del teniente como “falsas”. La institución reafirmó que su actuación se ajusta a la ley, señalando que ya había expresado esta posición en la Asamblea Nacional.
El caso León de Troya había señalado presuntos lazos entre la mafia albanesa de narcotraficantes y Rubén Cherres, amigo de Danilo Carrera, y había desencadenado una trama de supuesta corrupción en empresas públicas. Esta situación fue el punto de partida para un juicio político contra el presidente Lasso, que concluyó con la disolución de la Asamblea Nacional y la convocatoria de elecciones generales extraordinarias. En un giro adicional, Cherres fue asesinado a finales de marzo junto a otras tres personas en un balneario de la costa ecuatoriana, cuando inicialmente se creía que se encontraba fuera del país. La historia continúa generando controversia y debate en la política ecuatoriana.