l presidente de la República del Ecuador, Guillermo Lasso, no se guardó sus palabras y calificó a los exasambleístas destituidos como “payasos”. Estos legisladores perdieron sus cargos como resultado de la denominada “cruzada” que el Primer Mandatario convocó en mayo pasado. Las controvertidas declaraciones del presidente se produjeron durante un evento en Manta, provincia de Manabí, donde se llevaba a cabo la entrega de ambulancias en colaboración con el ministro de Salud, José Ruales.
Lasso afirmó que desde el inicio de su mandato, los asambleístas intentaron destituirlo en varias ocasiones, enfrentando estos intentos en cuatro ocasiones. En su discurso en Manta, el presidente expresó su frustración con los legisladores, declarando enfáticamente: “Hasta que dije el pueblo ecuatoriano está cansado, mejor es mandarlos a su casa”, refiriéndose a los exasambleístas.
La “cruzada” a la que hizo alusión Lasso se refiere a un movimiento político y social que respaldó su gobierno y que se convirtió en un factor clave en la destitución de los legisladores que se oponían a su agenda. Este episodio generó un gran debate en el país y marcó un cambio significativo en la composición de la Asamblea Nacional.
La dura retórica del presidente ha generado reacciones en diversos sectores políticos y sociales del Ecuador, y su declaración ha sido ampliamente discutida en los medios de comunicación. Las palabras de Lasso resaltan la tensión política en el país y subrayan la polarización que ha caracterizado la escena política ecuatoriana en los últimos tiempos.
El evento en Manta, que originalmente tenía como objetivo la entrega de ambulancias para fortalecer el sistema de salud, se convirtió en un escenario para estas fuertes declaraciones por parte del presidente. Las tensiones políticas y las diferencias ideológicas continúan siendo un tema central en la agenda política de Ecuador.