El expresidente Abdalá Bucaram Ortiz ha anunciado la puesta en venta de dos de sus propiedades, una en Panamá y otra en Guayaquil, Ecuador, debido a las necesidades económicas a las que se enfrenta como resultado de los procesos judiciales en su contra. El anuncio se realizó a través de su cuenta de redes sociales el pasado 12 de octubre.
En su publicación, Bucaram expresó la razón detrás de esta decisión, afirmando: “Le informo a todas mis amistades y ciudadanía que estoy vendiendo mi departamento en Panamá que está en el barrio Punta Paitilla. Tiene 540 metros cuadrados de construcción y el precio es de $800,000. Mi necesidad de pagar abogados y enfrentar los procesos judiciales me llevan a esta dolorosa decisión”.
El exmandatario también compartió su preocupación por su situación financiera, señalando: “Soy el único expresidente sin dinero y el único enjuiciado. Obvio que mi familia ha llorado con esta decisión, pero no tengo otro camino. Mis amigos han desaparecido compatriotas, así es la vida. Contactarme por interno algún interesado o financiera que quiera hipotecar los dos bienes”.
La trayectoria política de Abdalá Bucaram Ortiz ha estado marcada por altibajos y situaciones legales. En 1984, fue condenado a cuatro días de prisión por injuriar a las Fuerzas Armadas del Ecuador, lo que lo llevó a autoexiliarse en Panamá. En 1987, el Congreso Nacional otorgó amnistía para su regreso al país, donde se postuló a la presidencia en 1988, pero fue derrotado en el balotaje.
Bucaram volvió a buscar asilo en Panamá en 1988 tras una orden de arresto reactivada. En 1996, ganó las elecciones presidenciales, pero en 1997 enfrentó un proceso penal por corrupción y una orden de captura y extradición por acusaciones de hurto o peculado de fondos reservados del Gobierno, lo que lo llevó a solicitar asilo político para él y su familia.
En 2017, los dos procesos penales en su contra prescribieron, y regresó al Ecuador. Actualmente, Bucaram enfrenta un nuevo proceso judicial por el delito de delincuencia organizada, junto a su hijo Jacobo Bucaram Pulley y otras personas, acusados de supuestas irregularidades en la comercialización de mascarillas y pruebas rápidas para diagnosticar COVID-19 durante la pandemia. Esta situación ha llevado al expresidente a tomar la dolorosa decisión de vender sus propiedades en busca de recursos financieros para afrontar sus problemas legales.