Miembros de una cooperativa de ahorro y crédito que se dirigían desde Ambato hacia la agencia en Píllaro con una suma de $50,000 fueron víctimas de un audaz asalto perpetrado por dos individuos armados que se desplazaban en una motocicleta. Los delincuentes, luego de abordar a los cooperativistas, los golpearon y se apoderaron del dinero.
Ante el ataque, los valientes miembros de la entidad financiera decidieron tomar acción y persiguieron a los criminales. En un dramático giro de los acontecimientos, colisionaron con la motocicleta en la que los delincuentes huían, lo que resultó en la pérdida del equilibrio de estos últimos.
Sin embargo, los presuntos ladrones no se dieron por vencidos y abordaron otro vehículo en el que, según se sospecha, viajaban cómplices. En su desesperada huida por el paso lateral de Ambato, este segundo vehículo sufrió un accidente.
El teniente coronel Marco Proaño, comandante (s) de la Subzona de la Policía Nacional en Tungurahua, informó que en el lugar del accidente lograron detener a uno de los sospechosos, quien resultó herido. Además, gracias a las investigaciones en curso, se pudo dar con la pista de otro individuo que posiblemente estuvo involucrado en el robo, recuperando alrededor de $5,000 de los fondos sustraídos.
En medio de la confusión, se difundieron videos en las redes sociales que mostraban a varias personas que, al pasar cerca del vehículo siniestrado, recogían objetos del suelo. Aunque se especulaba que podrían ser billetes, las autoridades policiales aún no han confirmado esta información.
También se logró la recuperación del vehículo en el que los delincuentes intentaban escapar, el cual había sido reportado como robado en Guayaquil en enero. Lamentablemente, comuneros de Quisapincha, al enterarse del atraco, incendiaron el vehículo.
En respuesta a este acto delictivo, comuneros de Quisapincha organizaron una marcha en contra de la delincuencia por las calles céntricas de Ambato. Durante la manifestación, expresaron su deseo de vivir en paz y rechazaron la inseguridad, advirtiendo que si atrapan a algún antisocial, estarían dispuestos a aplicar la justicia indígena.
“Queremos vivir en paz”, “Pueblos indígenas unidos”, “Rechazo a la delincuencia” y “Fuera vacunadores” eran algunos de los mensajes que se leían en los carteles que exhibían los manifestantes.
Rosa Lasluisa, una de las participantes, comentó: “La delincuencia está avanzando no solo en la parte urbana, sino también en las comunidades, en las partes rurales, y eso no vamos a permitir. No vamos a dejar que de nuestro pueblo se apoderen los delincuentes. Estamos unidos para evitar que eso pase, y les haremos la justicia indígena”.
Antonio Chachipanta, presidente de la Asociación de la Organización de Pueblos Indígenas y Evangélicos de Tungurahua (Aiet) y de la cooperativa Kisapincha, destacó que la comunidad se ha unido para combatir la inseguridad.
Sandra Caiza, concejal de Ambato, expresó su preocupación por el crecimiento de la delincuencia en la provincia de Tungurahua, señalando que los ladrones ahora ni siquiera temen entrar en las comunidades para cometer sus fechorías.
“Felicito a los compañeros que se han autoconvocado para reclamar la convivencia pacífica de la que gozábamos antes”, agregó.
El sargento primero (s. p.) Fabián Moreta, propietario de la empresa de seguridad privada que colabora con la cooperativa Kisapincha, lamentó la falta de coordinación en la prestación de seguridad adecuada para los miembros de la cooperativa mientras transportaban el dinero, lo que condujo al desafortunado episodio del robo.
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