En una hazaña médica sin precedentes, cirujanos de NYU Langone Health en Estados Unidos llevaron a cabo el primer trasplante de ojo completo del mundo, brindando una nueva esperanza a Aaron James, quien sufrió graves lesiones que comprometieron múltiples partes de su rostro y extremidades.
Aaron James, residente de Arkansas, experimentó la pérdida del ojo izquierdo, el brazo izquierdo dominante, toda la nariz, los labios, los dientes delanteros, la zona de la mejilla izquierda y la barbilla hasta el hueso debido a graves lesiones. Remitido a NYU Langone Health, un destacado centro médico especializado en reconstrucción facial, James se sometió a la intervención pionera el 27 de mayo, marcando un hito en la historia de la medicina.
El procedimiento, dirigido por el cirujano Eduardo Rodríguez, duró asombrosas 21 horas y utilizó guías de corte en 3D específicas para cada paciente. El trasplante de ojo completo ha sido durante mucho tiempo un objetivo ambicioso en la ciencia médica, y aunque experimentos previos en ratones han mostrado cierto éxito en la recuperación parcial de la visión, esta es la primera vez que se realiza en un ser humano vivo.
Eduardo Rodríguez expresó su asombro por el logro, declarando: “El mero hecho de que hayamos logrado el primer trasplante de ojo completo con cara es una hazaña tremenda que muchos han creído imposible durante mucho tiempo”. Aunque el ojo trasplantado ha mostrado signos de buena salud, incluido un flujo sanguíneo directo a la retina, no se puede garantizar la recuperación completa de la visión para James.
El paciente, Aaron James, fue considerado un candidato ideal debido a su necesidad de un trasplante facial completo, lo que requeriría de todos modos fármacos inmunosupresores. A pesar de que la restauración completa de la vista no está garantizada, el trasplante ofrecerá beneficios cosméticos significativos.
Aaron James expresó su agradecimiento a la familia del donante, diciendo: “Estoy muy agradecido con el donante y su familia, que me han dado una segunda oportunidad de vivir en un momento de gran dificultad. Espero que la familia encuentre consuelo sabiendo que parte del donante vive conmigo”. Actualmente, James ha regresado a Arkansas para estar con su familia y continuará con las citas mensuales de seguimiento en Nueva York, manteniendo la esperanza de una nueva vida tras esta increíble intervención médica.