Una tragedia que estremeció a la ciudad de Ambato, provincia de Tungurahua, un sujeto identificado como Patricio Fernando M. A. fue declarado culpable por un Tribunal de Garantías Penales por el brutal asesinato de su propia madre, perpetrado con dos piedras. El espeluznante hecho ocurrió la noche del 11 de octubre de 2022, en Huachi el Belén, al sur de Ambato.
Según los informes, la víctima, una mujer de 52 años, siguió a su hijo fuera de la vivienda, y horas después fue encontrada sin vida por vecinos a un costado de una vía de tercer orden, junto a un canal de agua de riego. El cuerpo presentaba señales de heridas contusas en la cabeza, y cerca de ella yacían dos rocas ensangrentadas.
Después del descubrimiento macabro, las autoridades realizaron el levantamiento del cadáver y llevaron a cabo investigaciones en el domicilio del presunto agresor. Con la colaboración de la comunidad local, se efectuó una búsqueda exhaustiva en los terrenos circundantes, logrando la captura de Patricio Fernando M. A., quien se encontraba escondido entre los matorrales.
Durante el juicio, la Fiscalía General del Estado presentó pruebas contundentes, incluyendo testimonios, pericias y documentación relevante. La autopsia médico legal confirmó la muerte violenta por golpes de objeto contundente, mientras que el informe investigativo de la Policía Nacional, junto con otras pruebas, respaldaron la culpabilidad del acusado.
Como resultado, el Tribunal de Garantías Penales emitió un veredicto declarando culpable a Patricio Fernando M. A. por el asesinato de su madre y le impuso una pena de veintidós años de privación de libertad. Además, los magistrados ordenaron una reparación integral de USD 20.000 a favor de la víctima.
A pesar de la condena, se informó que el sentenciado ha sido liberado debido a la caducidad de la prisión preventiva. Sin embargo, se le exige presentarse ante el Tribunal dos veces por semana hasta resolver su situación jurídica.
En la audiencia de juicio, el fiscal del caso relató que los hechos ocurrieron en el Barrio Santa Marianita, del cantón Ambato, cuando el acusado, en estado de embriaguez, llegó a su hogar exigiendo a la víctima la entrega de un teléfono celular, desencadenando la tragedia que ahora deja a una familia sumida en el dolor y a la comunidad consternada por la atrocidad del crimen.