Mediante una rueda de prensa, Verónica Abad, Vicepresidenta del país, ha manifestado su profundo descontento y denuncia pública por su exclusión de importantes eventos y decisiones gubernamentales clave. Abad, quien ha dedicado más de 24 años de su vida al servicio de aquellos más necesitados, expresó su consternación por no haber sido convocada al almuerzo presidencial ni a la fotografía oficial del Gabinete.
Con una notable firmeza, Abad señaló que este acto de exclusión representa un atropello hacia la Vicepresidencia y, además, hizo hincapié en que ciertas autoridades han incurrido en actos de burla hacia su posición y funciones dentro del Gobierno. En sus declaraciones, enfatizó que su única intención ha sido contribuir a la construcción de un nuevo Ecuador, trabajando incansablemente por el bienestar de la ciudadanía.
La Vicepresidenta también hizo mención de una presunta campaña de desprestigio dirigida hacia su persona y su cargo. Abad denunció públicamente esta estrategia que, según sus afirmaciones, busca minar su labor y desacreditar su desempeño en la esfera política.
La contundencia de sus declaraciones revela la tensión y la discordia existente dentro de los altos círculos gubernamentales. La denuncia de exclusión y la supuesta campaña de desprestigio arrojan luz sobre disputas internas que podrían tener repercusiones en el panorama político del país.
La mañana de hoy, Abad solicitó información a los ministerios de Defensa y Relaciones Exteriores sobre las tareas encomendadas en el Decreto Ejecutivo número 27, el cual la designa como colaboradora para la paz entre Israel y Palestina. Hizo un llamado al presidente Noboa Azín para se pueda conversar y aclarar malos entendidos “por el bien de nuestro país y familias”.
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