En una revelación sin precedentes, la vicepresidenta Verónica Abad ha puesto al descubierto los desacuerdos y tensiones que han marcado su candidatura y los primeros días en el cargo, evidenciando un notorio distanciamiento con el presidente Daniel Noboa. Abad apuntó al acuerdo entre el movimiento oficialista Acción Democrática Nacional (ADN) y el correísmo como uno de los detonantes principales de la fricción en el binomio presidencial.
En una rueda de prensa desde el edificio de la Vicepresidencia de la República, Abad detalló cómo el retorno de Rafael Correa al país, como parte del acuerdo entre la bancada oficialista y el correísmo en la Asamblea Nacional, va en contra de sus valores profesados durante más de dos décadas. La distribución de las mesas legislativas, con el correísmo controlando la mayoría, fue presentada por Abad como una situación no contemplada en el acuerdo inicial de la candidatura.
La vicepresidenta también expuso ser víctima de una campaña de desprestigio tanto en redes sociales como dentro del partido ADN, enfrentando acusaciones y ataques continuos que distorsionan su postura y contrarían las propuestas del presidente Noboa.
Entre los puntos álgidos de la conferencia, Abad señaló su ausencia en eventos protocolares como el almuerzo de posesión y la foto oficial, alegando no haber recibido la invitación correspondiente para su participación y la de su equipo de trabajo.
En medio de estas declaraciones, Abad instó al diálogo como vía para solventar diferencias y aclarar malentendidos, subrayando su compromiso y elección por más de cinco millones de votos. Sin embargo, manifestó sentir la presión del equipo de comunicación del presidente, quienes le han pedido abstenerse de hacer declaraciones.
Mientras tanto, el presidente Daniel Noboa no ha respondido a las aseveraciones de Abad, aunque ha ratificado la función de la vicepresidenta como embajadora de la paz en el conflicto entre Israel y Hamás, ubicada en Tel Aviv.
La revelación de Abad ha puesto en el foco público la fractura en el binomio presidencial y los desafíos que enfrenta en su rol como vicepresidenta, desencadenando un debate público sobre la transparencia en los acuerdos políticos y la estabilidad en el gobierno.