Emily, una niña de 9 años de doble nacionalidad israelí e irlandesa, fue liberada el sábado por el grupo militante palestino Hamás después de pasar semanas como rehén. Su padre, Tom Hand, compartió al diario británico The Sun que la niña está “aterrorizada de hacer ruido” y ahora “solo susurra” al hablar.
Tom Hand expresó su angustia al ver el cambio en su hija, describiéndola como una niña antes alegre y ruidosa, quien ahora muestra un comportamiento temeroso de hacer cualquier sonido. Sugiere que es posible que Emily haya sido instruida para permanecer en silencio durante su cautiverio, dejando una huella de miedo en su forma de comunicarse.
La historia de Emily comenzó el 7 de octubre cuando fue secuestrada mientras dormía en la casa de una amiga en el Kibbutz Beeri. Durante su tiempo bajo custodia de Hamás, se realizaron traslados constantes entre refugios para evitar ser encontrados por el ejército israelí.
Su liberación se produjo como parte de una tregua en curso entre Israel y Hamás, con intercambios de rehenes israelíes por prisioneros palestinos. Hila, la amiga de Emily, también fue liberada el mismo día.
Esta tregua ha permitido la liberación de varios rehenes de ambos lados, pero no sin un alto costo humano. El ataque del 7 de octubre de Hamás en Israel resultó en numerosos secuestros y tensiones crecientes, con represalias y bombardeos por parte de Israel sobre la Franja de Gaza, dejando un saldo devastador de vidas perdidas en ambos bandos.
El recuento de muertes y el sufrimiento humano continúan siendo parte de esta confrontación, con cifras divergentes de víctimas presentadas por cada bando, lo que subraya la urgencia de encontrar soluciones a largo plazo para este conflicto.
El impacto psicológico en Emily y otros rehenes, así como el trauma generalizado en la región, resaltan la necesidad de un cese duradero de hostilidades y un diálogo constructivo para evitar futuras tragedias.
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