Desde las primeras luces del 1 de diciembre, el anhelado Metro de Quito ha iniciado sus operaciones comerciales, marcando un hito en la movilidad de la capital. Con una apertura sin contratiempos ni aglomeraciones notables, el sistema de transporte ha despertado gran interés, especialmente por la velocidad de los traslados, captando la atención de los usuarios desde tempranas horas.
A las 6:03 am, en la Estación El Labrador, se evidenció un flujo inicial de pasajeros provenientes del Trole y sus alimentadores, siendo la primera parada del recorrido desde el norte. Entre los usuarios, algunas dudas surgieron acerca de la orientación hacia los andenes, situación que fue atendida por el personal del Metro, agentes civiles metropolitanos y policías presentes en el lugar.
Jennifer Chávez, una de las pasajeras primerizas en utilizar este sistema de transporte, relata su experiencia. Originaria del sector de la Kennedy, al norte de la ciudad, se dirige diariamente a su trabajo en la zona de la Carolina. Lo que usualmente implicaba un trayecto de 25 minutos en autobús, ahora se traduce en cuatro paradas en el Metro: El Labrador, Jipijapa, Iñaquito y La Carolina.
A las 6:27 am, Chávez logra abordar uno de los 18 trenes en circulación con relativa facilidad. La baja afluencia de pasajeros le otorga la oportunidad de conseguir asiento, algo poco común en los vagones finales, donde se encuentra acompañada por apenas seis personas. Esta tendencia se repite en los demás vagones, evidenciando que el tren no viaja al límite de su capacidad (1.500 personas por tren).
Seis minutos más tarde, a las 6:33 am, el tren llega a la estación de La Carolina, habiendo recorrido tres estaciones en ese lapso. La salida de Chávez de la estación confirma que dispone de tiempo suficiente para llegar a su oficina.
Es interesante notar que dentro del túnel, la señal para los teléfonos móviles no está disponible, pero esto no ha impedido que los pasajeros, incluyendo a Chávez, mantengan sus dispositivos en mano para capturar cada instante del viaje.
La inauguración del servicio fue acompañada por distintas personalidades que tuvieron el honor de cortar la cinta en las 15 estaciones. Iván Montaño, uno de los presentes, expresó su emoción: “Siento una emoción. No pensaba ser el primero, pero fue extraordinario”. Montaño, quien suele ejercitarse todas las mañanas en el parque La Carolina, planea ahora combinar su rutina con el uso del Metro, reconociendo su potencial para mejorar la movilidad en horas pico y en la ciudad en general.