Desde el 14 de noviembre de 2023, la comunidad migrante, en particular los venezolanos, ha enfrentado momentos de incertidumbre y discriminación en Pelileo, Tungurahua. Esta situación ha llevado a muchos de ellos a relatar sus experiencias y a enfatizar la injusticia de ser juzgados de forma colectiva.
Lijohán López, una docente universitaria especializada en Bellas Artes que dejó Venezuela hace siete años, describe su experiencia en Pelileo como una mezcla de gratitud y desafíos. Aunque se siente agradecida por la acogida inicial y se esfuerza vendiendo helados, recuerda con nostalgia su tierra natal y la difícil decisión que tomó junto a su familia para migrar debido a la situación precaria en su país de origen.
“Nos vimos forzados a empezar de nuevo. Fue duro, pero la situación en Venezuela se volvió insostenible. La falta de empleo y la inseguridad nos llevaron a buscar un nuevo hogar en Ecuador”, comparte Lijohán. Sin embargo, desde noviembre de 2023, la tensión en Pelileo ha hecho resurgir el sentimiento de no pertenencia en ella y en sus compatriotas.
Lijohán relata que algunos migrantes venezolanos han enfrentado presiones para desalojar sus viviendas, aunque ella y otros han defendido sus derechos apelando a las leyes que protegen a los migrantes. Esta situación ha generado estrés y un sentimiento de desarraigo en muchos de ellos, recordándoles constantemente que, aunque intenten hacer todo correctamente, aún son vistos como forasteros.
Las experiencias similares se extienden a más de 300 migrantes que han optado por permanecer en Pelileo. Karla, quien llegó hace dos meses huyendo de la extorsión en Esmeraldas, enfrentó nuevamente la angustia cuando estalló la revuelta en Pelileo. Esta situación la sumió en la depresión, encontrando consuelo únicamente en sus amigos locales.
Rohán Sánchez, otro migrante venezolano, comparte una historia similar. A pesar de trabajar arduamente como estibador y tener un local de comida rápida en la noche, la incertidumbre y la presión por la situación migratoria han afectado su estabilidad emocional.
Estos relatos subrayan las luchas y dificultades que enfrentan los migrantes venezolanos en Pelileo, quienes buscan simplemente estabilizarse y trabajar en paz. A pesar de las adversidades, estos individuos siguen esforzándose por integrarse y contribuir positivamente a la comunidad, desafiando las etiquetas y estereotipos que los colocan bajo un mismo juicio.