El exvicepresidente del correísmo, Jorge Glas, ha ingresado a la Embajada de México en Ecuador el pasado domingo 17 de diciembre de 2023, siendo reconocido por el gobierno mexicano como huésped. Su defensa ha delineado un plan para solicitar asilo diplomático, lo que depende del gobierno de Daniel Noboa otorgarle un salvoconducto que le permita abandonar el país desde la Embajada.
Aunque no existen órdenes de detención en su contra, la Fiscalía ha pedido su localización para llevar a cabo “diligencias investigativas” relacionadas con el caso de Reconstrucción de Manabí. De abandonar la embajada, Glas podría ser conducido para enfrentar dicho proceso, lo que genera preocupaciones por su seguridad y libertad según autoridades mexicanas.
El internacionalista Santos destaca que la Cancillería no tiene la facultad para emitir salvoconductos en esta situación. Mientras tanto, Arturo Moscoso señala que el gobierno de Daniel Noboa se enfrenta a una encrucijada, ya que debe considerar el acuerdo legislativo con el correísmo y el oficialismo, además del interés del Presidente por buscar la reelección en el próximo periodo, lo que requiere consolidar una votación similar a la de 2023.
Se plantea un escenario complejo donde la relación entre México y Ecuador podría tensionarse. Moscoso cree que, a pesar de esto, los intereses políticos y económicos prevalecerán, minimizando la posibilidad de una fractura. Sin embargo, Santos considera que es viable, tomando como ejemplo el caso ocurrido con Argentina en relación a Duarte.