En un conmovedor escenario en un cementerio en el este de China, Seakoo Wu se reúne con el avatar digital de su hijo fallecido, Xuanmo. Sosteniendo su teléfono sobre la lápida, observa un video generado por inteligencia artificial donde el joven fallecido se comunica con él en palabras conmovedoras y cercanas.
Las tecnologías de IA están siendo utilizadas por un creciente número de chinos para crear avatares de sus seres queridos fallecidos. Wu, devastado por la pérdida de su hijo, anhela construir una réplica virtual que se comporte y actúe como su hijo en el mundo virtual.
Su esperanza radica en la sincronización entre la realidad y el metaverso, imaginando el día en que pueda tener a su hijo con él nuevamente. Con la recopilación de fotos, videos y audios de Xuanmo, Wu ha invertido miles de dólares en firmas de IA para replicar el rostro y la voz de su hijo, aunque los resultados hasta ahora son incipientes.
El surgimiento de empresas especializadas en avatares digitales de personas fallecidas ha sido evidente en China, ofreciendo desde avatares básicos hasta conversaciones telefónicas con empleados cuyos rostros y voces han sido modificados para simular al difunto.
Sin embargo, esta tecnología también despierta debates éticos y psicológicos. Expertos advierten sobre la necesidad de comprender mejor las implicaciones de estos avatares digitales en la memoria y la personalidad de los fallecidos. La fidelidad de estos avatares y su impacto en la memoria de quienes buscan recordar a sus seres queridos es una preocupación crucial.
A pesar de las controversias, algunos como Sima Huapeng, fundador de Silicon Intelligence, consideran que esta tecnología abre las puertas a un nuevo tipo de humanismo, comparándola con el impacto que tuvo la fotografía en su tiempo para recordar a los fallecidos.
Para algunos, como Zhang Zewei de Super Brain, la nueva tecnología es una herramienta de doble filo. Aunque sostiene que si se usa para ayudar a quienes lo necesitan, no debería ser problemática.
Para Wu y muchos otros dolientes, la posibilidad de reunirse con sus seres queridos en el metaverso es una idea reconfortante en medio de su dolorosa pérdida.