En medio de una preocupante ola delictiva en el país, ciudadanos se enfrentan a obstáculos al presentar denuncias por robos, asaltos y otros delitos en la Fiscalía y la Policía Nacional. Quejas recurrentes señalan trámites engorrosos, sistemas informáticos lentos y atención deficiente por parte del personal.
Los datos de la Fiscalía General revelan cifras alarmantes: desde enero hasta noviembre de 2023, se registraron 25,342 robos a personas, un promedio de 75 atracos diarios. Además, se reportaron 14,707 motos y 3,797 autos sustraídos, junto con 7,015 casos de robos de bienes y autopartes.
Sin embargo, la pesadilla comienza al momento de presentar las denuncias. Ejemplos como el de Wendy, cuyo hijo fue víctima de un robo, ilustran la burocracia y la mala atención en estas instituciones. A pesar de la urgencia, los trámites resultan lentos y confusos. En su caso, le exigieron una serie de requisitos y documentos, desviándola de una dependencia a otra, prolongando el proceso durante casi una semana.
Expertos, como Manuel Guartán, exponen las deficiencias en los sistemas de recepción de denuncias que persisten desde hace más de una década. Se señala la falta de autonomía e independencia administrativa y financiera de la Fiscalía como una de las causas de los problemas en los procesos.
Pablo Guamán, un abogado penalista con experiencia, resalta la mala atención en ventanillas y la falta de eficiencia en los despachos fiscales. Además, describe situaciones absurdas, como solicitar información innecesaria a las víctimas, lo que desalienta el proceso de denuncia.
La Fiscalía, en respuesta a estas críticas, señaló que se han implementado herramientas virtuales para denuncias de violencia de género y formularios en línea para reportar robos. Asimismo, están ejecutando un proyecto de inversión para gestionar los turnos en puntos de atención con mayor demanda, con el objetivo de reducir tiempos de espera y priorizar a grupos vulnerables.
Desde la Policía Judicial, se destaca la labor continua las 24 horas del día, los 7 días de la semana, para atender estos casos. Además, se trabaja en coordinación con la Fiscalía para agilizar el bloqueo de vehículos reportados como robados, reduciendo la espera de los afectados.
A pesar de estas iniciativas, persisten desafíos como la falta de personal, procesos burocráticos y una atención deficiente, dejando a las víctimas de la delincuencia enfrentando obstáculos adicionales en la búsqueda de justicia.