La historia de Adolfo Macías, alias “Fito”, ha tomado un giro inesperado, convirtiéndolo en el fugitivo más peligroso de Ecuador después de escapar de la cárcel, desde donde dirigía la principal banda criminal del país, Los Choneros. Su pasado humilde como taxista contrasta drásticamente con su presente como líder delictivo, desatando una nueva ola de violencia en la nación sudamericana.
Con una expresión seria, barba pronunciada y la leyenda “SE BUSCA” sobre su rostro, Fito ha capturado la atención de todo el país. El gobierno lo cataloga como un “delincuente con características sumamente peligrosas”, y la fuerza pública ha activado un plan para dar con su paradero después de que su ausencia fuera notada durante un operativo en la cárcel Regional de Guayaquil.
Poco se conoce sobre el líder de Los Choneros aparte de su pasado como taxista y su habilidad para desafiar la ley. Videos revelan las celebraciones que llevaba a cabo dentro de la cárcel, incluso grabando un videoclip de un narcocorrido en su honor, interpretado por un mariachi y su hija, quien se presenta como Queen Michelle.
Fito ejercía un “control interno importante del centro penitenciario”, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que informó sobre un encuentro con el capo en 2022. Se destacó que tanto Fito como Junior Roldán, otro cabecilla de Los Choneros asesinado en Colombia el año pasado, recibían “trato diferenciado y preferente por las autoridades” carcelarias.
El ascenso de Fito en Los Choneros siguió el dicho “a rey muerto, rey puesto”, asumiendo el mando en 2020 tras las muertes de sus amigos Jorge Luis Zambrano, alias Rasquiña, y Junior Roldán, JR. A pesar de cumplir una condena de 34 años por diversos delitos, Fito se graduó como abogado en prisión, consolidando su posición en la cúpula criminal.
La banda, que en su apogeo contaba con alrededor de 8,000 miembros, ha experimentado una fragmentación interna, especialmente después de la muerte de Rasquiña. Según Insight Crime, los recientes cambios en el liderazgo han desencadenado luchas internas, con bandas como Tiguerones y Chone Killers declarándoles la guerra.
Los Choneros, inicialmente dedicados al crimen tradicional en alta mar, han establecido vínculos con narcotraficantes colombianos y mexicanos, así como con carteles internacionales. Presentándose como benefactores al estilo de Robin Hood en redes sociales, han creado su propio ejército virtual, amenazando a periodistas y lanzando advertencias a otras bandas con ritmos urbanos.
Fito, conocido por su presencia obesa, barbuda y melena revuelta, fue nuevamente noticia tras el magnicidio del presidenciable Fernando Villavicencio, aunque la justicia no lo ha condenado por ese delito. El gobierno del expresidente Guillermo Lasso ordenó su traslado a una cárcel de máxima seguridad, pero Fito regresó a Guayaquil mediante recursos jurídicos.
Ahora, su fotografía con la leyenda “SE BUSCA” circula por Ecuador, que se enfrenta a una situación crítica debido a los enfrentamientos desatados tras su fuga. Cabe destacar que esta no es la primera vez que Fito logra escapar, ya que en 2013 vivió una travesía fugaz que duró apenas tres meses.
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