La creciente crisis de seguridad en Ecuador ha llevado a los gobiernos de Perú, Colombia y, más recientemente, Bolivia, a tomar medidas contundentes para salvaguardar sus fronteras y colaborar en la contención de la violencia que afecta al país vecino.
Desde hace cinco días, Ecuador se encuentra en estado de “conflicto armado interno”, situación que ha llevado a una serie de disturbios y actos violentos. Ante esta problemática, Perú y Colombia ya habían militarizado sus fronteras, y ahora Bolivia se une a estas medidas, según anunció el comandante de la Policía Boliviana, Álvaro Álvarez.
Álvarez señaló que se ha instruido a los departamentos fronterizos para intensificar los controles y identificar a posibles individuos “susceptibles” de querer ingresar a Bolivia, haciendo referencia a líderes de bandas criminales prófugos de Ecuador. Además, se coordinará estrechamente con las autoridades de Migración para garantizar la eficacia de estas medidas en medio de la delicada situación ecuatoriana.
Aunque Bolivia no comparte frontera directa con Ecuador, sí limita con países como Perú y Argentina, que también han reforzado sus controles para preservar la seguridad regional. Jhonny Aguilera, viceministro de Régimen Interior boliviano, indicó que se ha comunicado con las autoridades policiales y gubernamentales de Ecuador para brindar respaldo en caso de que sea necesario.
Ecuador, que durante mucho tiempo fue considerado a salvo del narcotráfico, se ha convertido en un nuevo foco del tráfico de drogas. Coincidentemente, Perú y Colombia, dos de sus vecinos, son los mayores productores de cocaína del mundo.
En medio de este escenario, Estados Unidos también ha decidido brindar apoyo. La general Laura Richardson, jefa del Comando Sur, y altos funcionarios antinarcóticos y diplomáticos serán enviados a Ecuador para asesorar al presidente Daniel Noboa, quien asumió el cargo en noviembre del año pasado.