Excomandantes de la Policía en Ecuador se encuentran en el ojo del huracán debido a una serie de polémicas y acusaciones de presunta corrupción que han sacudido al país durante el gobierno de Guillermo Lasso. En el epicentro de estas controversias se encuentra Tannya Varela, excomandante de la Policía Nacional, cuyo nombre ha vuelto a resonar con fuerza en los medios de comunicación debido a antiguas acusaciones que la vinculan con la mafia albanesa.
Varela, quien se convirtió en la primera mujer en liderar las filas de la Policía Nacional en Ecuador, ha roto su silencio para defender su inocencia frente a estas acusaciones. En un comunicado público, rechazó vehementemente las afirmaciones que la señalan de haber favorecido a organizaciones delictivas durante su gestión como comandante, argumentando que se trata de intentos por difamar su imagen ante la opinión pública.
Estas nuevas acusaciones se suman a una serie de escándalos que han sacudido el alto mando policial durante la administración de Guillermo Lasso. Durante su mandato, se produjeron cambios en la cúpula policial en cuatro ocasiones, en medio de fuertes sospechas de irregularidades y presunta corrupción.
La reestructuración en la Policía Nacional fue una de las primeras medidas tomadas por el gobierno de Daniel Noboa, quien asumió la presidencia tras la gestión de Lasso. La destitución de cuatro generales, entre ellos el esposo de Tannya Varela, Edwin Noguera, marcó un momento de tensión y expectativa en el país.
Estos eventos se enmarcan en un contexto más amplio de crisis institucional, evidenciada por casos como el de “metástasis”, que puso al descubierto la infiltración del crimen organizado en las estructuras del Estado ecuatoriano, incluyendo la Policía Nacional. El informe León de Troya reveló vínculos entre la mafia albanesa en Ecuador y figuras cercanas al gobierno de Lasso, lo que generó una profunda preocupación en la sociedad ecuatoriana.
La gestión de Tannya Varela estuvo marcada por tensiones y conflictos internos, especialmente relacionados con el ascenso de Víctor Araus, cuya destitución junto con otros tres generales de la Policía generó controversia. Araus denunció a Varela por presunta falsificación y uso de documentos públicos, lo que llevó a la apertura de una investigación por parte de la Fiscalía.
Además, la embajada de Estados Unidos en Ecuador afirmó la existencia de “narcogenerales” en el país, señalando que se les había retirado la visa a varios de ellos, incluyendo a Víctor Araus y sus familiares. Estas declaraciones desencadenaron una serie de medidas por parte de las autoridades ecuatorianas, incluyendo la solicitud de revisión de exámenes y auditorías al alto mando policial.
En medio de este panorama turbulento, la destitución de Tannya Varela como comandante de la Policía Nacional en enero de 2022, supuestamente relacionada con el aumento de la violencia en las calles, marcó el fin de su gestión al frente de la institución. Sin embargo, su nombre continúa siendo objeto de atención mediática debido a su presunta implicación en diversos escándalos de corrupción y crimen organizado.