Desde el próximo mes de abril, el Gobierno de Ecuador implementará un aumento en el Impuesto al Valor Agregado (IVA), elevándolo del 12 % al 15 %. Esta medida tendrá repercusiones directas en el bolsillo de los ciudadanos, especialmente en el costo de los combustibles y alimentos.
Según las proyecciones, el galón de diésel, que actualmente se sitúa en 1,75 dólares, experimentará un incremento, llegando a costar 1,80 dólares con el aumento del IVA. De manera similar, tanto la gasolina Extra como la Ecopaís verán un alza en sus precios, pasando de 2,40 dólares a 2,46 dólares.
Analistas económicos han señalado que este aumento del impuesto conllevará a un encarecimiento en los productos alimenticios. Los intermediarios, responsables de transportar los alimentos desde las fincas hasta los mercados, trasladarán el incremento del flete al precio final del producto. Aunque algunos alimentos están exentos de pagar IVA, el aumento en los costos de transporte impactará en el costo general de los alimentos en el país.
Esta medida fiscal generará un nuevo desafío para la economía ecuatoriana, especialmente en un contexto global marcado por la incertidumbre económica. Los ciudadanos deberán ajustarse a estos cambios en el costo de vida y afrontar posibles restricciones presupuestarias derivadas de este incremento impositivo.