Adriana Melissa A. A., residente de Chimborazo, enfrentará una sentencia de 34 años y ocho meses de prisión tras ser encontrada culpable del delito de asesinato por la muerte de su hija de tres años.
Los hechos ocurrieron el fatídico 21 de noviembre del 2022, cuando la mujer golpeó repetidamente a su hija con un palo después de que esta derramara un frasco de azúcar. La brutalidad de los golpes resultó en la muerte inmediata de la menor.
La autopsia médico-legal confirmó que la muerte fue consecuencia de hemorragias y heridas provocadas por los golpes recibidos. Aunque la acusada afirmó que intentaba disciplinar a su hija y que no tenía la intención de causarle daño mortal, el tribunal consideró que el acto constituyó un asesinato.
Inicialmente, un tribunal de primera instancia había catalogado el crimen como homicidio, pero la Fiscalía logró que se reconsiderara y se procesara como un caso de asesinato en la apelación.
La recalificación del delito resultó en una modificación significativa de la sentencia, pasando de once años y cuatro meses de prisión a la pena máxima de 34 años y ocho meses. Entre las pruebas presentadas se incluyeron informes de reconocimiento del lugar del crimen y resultados de pericias realizadas al palo utilizado en el ataque, donde se encontraron cabellos de la niña.
La decisión judicial se basó en el artículo 140, numeral 1, del Código Orgánico Integral Penal (COIP), junto con las circunstancias agravantes 1 y 11, establecidas en el artículo 47 del mismo código, que incluyen la premeditación y el acto cometido contra un menor de edad.
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