La tensión diplomática entre Ecuador y Rusia ha desencadenado una crisis en la industria de la floricultura en la provincia de Cotopaxi. Desde hace 40 días, Rusia, principal comprador de claveles ecuatorianos, ha dejado de adquirir flores del país, lo que ha provocado la pérdida de empleo para al menos 1,000 personas de las 5,000 que trabajan en esta actividad en la región.
La Asociación de Pequeños Productores de Claveles informó que aproximadamente 100 toneladas de flores han sido desechadas en las últimas cuatro semanas, representando pérdidas por un valor estimado de 25 millones de dólares para los floricultores de Cotopaxi.
Edison Remache, presidente de la asociación, explicó que los clientes rusos han optado por buscar otros mercados, como Turquía, Colombia, Holanda y países del sur de África, donde también se produce el clavel. Aunque la calidad de los claveles ecuatorianos es reconocida, la preferencia de los compradores ha cambiado debido a la situación diplomática entre Ecuador y Rusia.
La crisis ha impactado duramente a las comunidades de la región. En Patután, por ejemplo, donde 48 familias dependen de la floricultura, Miriam Cando relató que tuvo que sacrificar 220 mil tallos de claveles valuados en 40,000 dólares, destinados a Rusia, para alimentar a sus animales. En Poaló, cinco productores han tenido que utilizar los claveles descompuestos como abono, mientras que otros están considerando vender sus terrenos debido a la falta de ingresos.
La situación se torna aún más desesperante para los pequeños productores, como Erika de la Cruz, quien señaló que no tienen ingresos y solo enfrentan gastos, considerando incluso emigrar a Estados Unidos en busca de trabajo.
En medio de esta crisis, los floricultores intentan mantener la esperanza, almacenando los claveles en cuartos fríos durante dos semanas en la esperanza de encontrar compradores. Sin embargo, ante la falta de demanda, se ven obligados a reemplazar la producción, agravando aún más la situación económica de la región.
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