Florida aprobó el lunes 25 de marzo de 2024 una polémica ley que limita el uso de redes sociales para menores de 16 años, en medio del debate sobre el impacto de las plataformas digitales en la juventud estadounidense.
El gobernador Ron DeSantis rubricó el texto, previamente aprobado por el Congreso Estatal a principios de mes, que entrará en vigor el 1 de enero de 2025, prohibiendo a los menores de 14 años abrir o mantener cuentas en redes sociales en el estado.
Los adolescentes de 14 y 15 años requerirán consentimiento parental para acceder a estas plataformas. DeSantis, al firmar la ley, expresó que están “tratando de ayudar a los padres a navegar por este terreno difícil que tenemos ahora con la crianza de los hijos”. El presidente de la Cámara Baja de Florida, Paul Renner, impulsor del proyecto, celebró la aprobación, señalando que las redes sociales son escenario de más delitos contra los niños y tienen un efecto perjudicial en su bienestar mental.
Aunque la mayoría de las plataformas establecen una edad mínima de 13 años para abrir una cuenta, no se asegura su cumplimiento. Algunos críticos de la ley argumentan que los padres deberían supervisar el uso de las redes sociales por parte de los menores, mientras que otros sostienen que podría violar la Primera Enmienda de la Constitución de EE. UU., que protege la libertad de expresión. Renner refuta este argumento, indicando que la ley aborda las características adictivas de las redes sociales, como el “scroll infinito” o la reacción a publicaciones, que generan una compulsión por estar en línea.
DeSantis había rechazado previamente una propuesta de ley que prohibía el acceso a estas plataformas para todos los menores de 16 años, argumentando que desestimaba la voluntad de los padres. El gobernador ha defendido repetidamente que los padres deben tener un mayor control sobre las decisiones que afectan a sus hijos, como en el ámbito educativo.
Durante su mandato, Florida ha aprobado leyes para limitar la enseñanza de temas relacionados con la orientación sexual y la identidad de género.