El aluvión ocurrido el 2 de abril de 2024 en La Comuna y La Gasca, al norte de Quito, ha dejado trágicamente dos personas fallecidas hasta el momento. Este desastre natural fue desencadenado por las intensas lluvias que azotaron la capital y provocaron el desbordamiento de la quebrada El Tejado, desencadenando una devastadora corriente de agua, lodo, rocas y escombros que arrasó con todo a su paso en las mencionadas zonas residenciales.
A pesar de los esfuerzos continuos, los trabajos de limpieza aún están en curso este 3 de abril. Según un comunicado del Cuerpo de Bomberos, tras una reunión liderada por el alcalde de Quito, Pabel Muñoz, se determinó que la emergencia aún no ha sido superada, lo que refleja la magnitud del desafío que enfrenta la ciudad.
La comunidad sigue lamentando las pérdidas. Rocío Llumipanta, residente del área afectada, ha confirmado el fallecimiento de su hermano Fernando, de 54 años, quien fue arrastrado por las aguas de la quebrada El Tejado mientras se desplazaba en su vehículo. Esta tragedia golpea con fuerza a los habitantes locales, quienes continúan sumidos en la incertidumbre y el dolor.
En tanto, el alcalde Pabel Muñoz realizó un sobrevuelo sobre la zona afectada para evaluar los daños y las necesidades de recuperación. Según las autoridades, el desastre ha cobrado la vida de al menos una persona y ha dejado a otras cuatro heridas, además de desplazar a 21 personas y afectar a 68 más, así como dañar 20 viviendas en total.
El alcalde Muñoz, en declaraciones posteriores, destacó la importancia de las medidas preventivas implementadas desde 2022, que habrían contribuido a reducir en un 25% el impacto del desastre en comparación con el aluvión ocurrido ese año. Sin embargo, advirtió que, a pesar de estas acciones, el nivel de precipitaciones de este evento es un 55% más alto que el registrado anteriormente.
La comunidad continúa enfrentando los estragos del aluvión. Uno de los mayores focos de preocupación es un edificio ubicado en La Comuna, donde la infiltración del agua causó el derrumbe de un muro, arrastrando consigo varios vehículos y ocasionando una fatalidad.
En comparación con el evento de 2022, el volumen de agua y la intensidad de las precipitaciones han sido significativamente mayores. Esta situación ha generado una mayor urgencia en las labores de limpieza y recuperación, con equipos de emergencia y maquinaria pesada desplegados en las áreas afectadas para ayudar en las labores de remoción de escombros y despeje de calles y viviendas inundadas.
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