El expresidente ecuatoriano, Lucio Gutiérrez, se unió a otros 26 expresidentes de América y España para rechazar el asilo político a Jorge Glas, exvicepresidente del país. Gutiérrez argumentó que las embajadas no deberían ser refugio para delincuentes, sino para perseguidos políticos legítimos.
En respuesta, el también exmandatario Rafael Correa, actualmente prófugo en Bélgica, utilizó su cuenta en redes sociales para criticar a Gutiérrez. Correa recordó que Gutiérrez se había asilado en la embajada de Brasil en Quito cuando abandonó la Presidencia, durante el gobierno de Lula da Silva, quien también enfrentaba acusaciones de corrupción.
Correa calificó a Gutiérrez como un “cadáver político” y lo acusó de destrozar la moral pública debido a su “mediocridad y desafectos políticos”.
Este intercambio de declaraciones refleja la polarización política en Ecuador y la controversia en torno al asilo político concedido a Jorge Glas, quien se encuentra en prisión por corrupción.