Un bebé recién nacido que había sido declarado muerto por médicos del Hospital Regional de Ciudad del Este, en Paraguay, minutos antes del inicio de su entierro, despertó dentro del ataúd, dejando a su familia y a todos los presentes atónitos.
El tío de la pequeña, Ramón Medina, relató el asombro que experimentaron al ver cómo el ataúd empezaba a moverse justo antes de trasladarlo a la sala de velación. A pesar de que los médicos habían confirmado la muerte del neonato debido a complicaciones derivadas del parto, al destapar el féretro, descubrieron con incredulidad que el corazón de la bebé seguía latiendo.
“Con el susto que nos dio, no lo creíamos y después supimos que Dios realmente existe”, expresó Medina, quien confirmó que la bebé será sometida a terapia para asegurar su adecuado desarrollo y evolución.
El momento crucial se produjo cuando, justo antes del entierro programado para las 4:00 de la tarde, la hermana de Medina notificó que la bebé aún mostraba signos de vida. Rápidamente, la llevaron de vuelta al Hospital Regional, donde comenzó a llorar al llegar, confirmando así su milagrosa recuperación.
El neonato, que había nacido con múltiples complicaciones de salud y bajo peso, fue tratado de emergencia en el hospital y mostró una evolución favorable, comenzando a ganar peso gradualmente.
Este asombroso suceso ha conmovido a la comunidad local y ha dejado a muchos reflexionando sobre la fragilidad de la vida y la fuerza de la fe. Los familiares expresaron su gratitud por el milagro que les permitió evitar una tragedia impensable y celebran el renacer de la pequeña como un regalo divino.
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