Tras ser detenidos en una operación llevada a cabo durante la madrugada del 22 de abril en una finca ubicada en Puerto Quito, al noroccidente de Pichincha, Colón Pico y otros individuos enfrentan cargos por presunto tráfico ilícito de armas de fuego, armas químicas, nucleares o biológicas. Estas acusaciones los han llevado a permanecer bajo prisión preventiva, mientras se desarrolla la investigación.
El delito de tráfico ilícito de armas, que incluye la adquisición, posesión y almacenamiento de armamento prohibido, conlleva penas severas según lo estipulado en el artículo 362 del Código Orgánico Integral Penal (COIP), que van desde cinco a siete años de privación de libertad.
Este no es el primer encuentro de Colón Pico con el sistema judicial. Previamente, se había fugado de la cárcel de Riobamba el 9 de enero del presente año, tras ser capturado y guardar prisión preventiva por su presunta participación en un caso de secuestro ocurrido en julio de 2023 en el sur de Quito.
La atención se centró en alias “Capitán Pico” cuando la fiscal encargada del caso, Salazar, afirmó que él habría planificado un atentado en su contra durante una audiencia. Según las investigaciones de la Fiscalía, los implicados estarían vinculados a una organización conocida como Los Lobos.
El arresto de Pico y sus asociados marca un paso significativo en la lucha contra el crimen organizado en Ecuador, aunque aún quedan interrogantes por responder en torno a las actividades y conexiones de estos individuos.