Carlos Pólit, excontralor del Estado ecuatoriano, enfrenta un dilema financiero monumental: debe la asombrosa suma de USD 40,4 millones al Estado de Ecuador. Este monto astronómico es resultado de una sentencia impuesta por la Corte Nacional en 2018, condenándolo a seis años de prisión por su participación en el delito de cohecho dentro del escándalo de corrupción de Odebrecht.
Sin embargo, la posibilidad de recuperar este dinero parece ser una tarea hercúlea. Desde la ejecución de la sentencia, la Procuraduría ha estado incansablemente tratando de recuperar los fondos, pero los avances son mínimos. Recién en enero de este año, la Corte Nacional solicitó al Registro de la Propiedad de Quito que certificara los bienes de Pólit. Aunque el documento se envió en marzo, hasta ahora no ha habido avances significativos, y la Procuraduría ha vuelto a insistir en la necesidad de un embargo forzoso.
Incluso si se logra concretar el embargo, las perspectivas de recuperación son sombrías. En Ecuador, Pólit posee únicamente una suite en el Swissotel, donde recibió los sobornos de Odebrecht, además de un parqueadero y una bodega en el mismo edificio. Estos activos apenas suman un valor de USD 130 000, equivalente al 0,3% de su deuda total.
El panorama se torna aún más complicado al considerar los bienes adquiridos por Pólit en Estados Unidos mediante el lavado de dinero de las coimas. Ecuador podría activar la convención de las Naciones Unidas contra la corrupción para intentar recuperar estos activos, pero el proceso sería largo y arduo, requiriendo pruebas contundentes de que el dinero utilizado en las compras en Miami pertenece efectivamente a Pólit.
En un juicio reciente por lavado de activos en Florida, la Fiscalía estadounidense ha puesto la mira en los bienes de Pólit. Hasta el momento, el jurado federal ha ordenado el decomiso de un edificio de cuatro pisos ubicado en Coral Way, evidenciando su adquisición con dinero ilícito de Odebrecht. Sin embargo, hay otros cinco activos relacionados con Pólit, ya sea propiedad de su hijo o de empresas vinculadas a él, que están bajo escrutinio de la justicia estadounidense.