Las autoridades migratorias de Panamá han expresado su preocupación por la presencia de pandillerismo proveniente de Ecuador en el país, junto con otras naciones como Venezuela y Colombia. Según Samira Gozaine, directora de Migración, “lamentablemente estamos encontrando mucha gente (vinculada al) pandillerismo tanto de Ecuador, Venezuela, como de Colombia”.
Los ecuatorianos representan el segundo grupo más numeroso de migrantes que atraviesan la selva del Darién rumbo a Norteamérica. En lo que va del año, ya suman 10,280 ciudadanos, equivalente al 7.7% del total de viajeros que cruzan por esta ruta.
Para abordar esta situación, el Servicio Nacional de Migración de Panamá, con el apoyo del Servicio Nacional Aeronaval, ha llevado a cabo la expulsión y deportación de 30 colombianos. De estos, 26 fueron deportados y 4 expulsados, siendo considerados una amenaza para la seguridad colectiva debido a su participación en casos de posesión y tráfico internacional de drogas.
La máxima medida administrativa, la expulsión, se aplicó a los 4 colombianos por considerarlos una amenaza para la seguridad colectiva, todos ellos involucrados en casos de drogas, ya sea por posesión o tráfico internacional de drogas.
Gozaine informó que estos individuos habían ingresado al país de manera ilegal, evadiendo puestos de control o no manteniendo la documentación adecuada.
Desde abril de 2023 hasta la fecha, se han aplicado un total de 913 medidas de aplicación de la ley a ciudadanos extranjeros según su nivel de peligrosidad, con 714 deportaciones y 199 expulsiones. En lo que va de 2024, se han aplicado 281 medidas, con 222 deportaciones y 59 expulsiones.
Estas acciones se suman a deportaciones y expulsiones anteriores, como el caso del pasado 27 de enero, cuando se deportó y expulsó a otro grupo de 30 colombianos por no tener un “perfil humanitario”. En noviembre pasado, también se expulsaron a otros 30 colombianos que habían ingresado por la selva.
La situación migratoria en la selva del Darién continúa siendo un desafío para las autoridades panameñas, con un flujo constante de migrantes que requiere medidas para garantizar la seguridad y el cumplimiento de las leyes migratorias.