Rakus, un orangután macho de Sumatra (Pongo abelii), exhibió un comportamiento sin precedentes al aplicar savia de una planta trepadora, conocida por sus propiedades medicinales, en una herida bajo su ojo, según revela un estudio publicado en Scientific Reports este 2 de mayo de 2024.
Esta conducta fue observada por investigadores del Instituto Max Planck de Comportamiento Animal (Alemania) y de la Universitas Nasional (Indonesia) en la zona de investigación Suaq Balimbing, en el Parque Nacional de Gunung Leuser (Indonesia).
La planta utilizada, Akar Kuning (Fibraurea tictoria), es conocida por sus efectos analgésicos y antipiréticos, empleada en la medicina tradicional para tratar diversas afecciones. Rakus mostró un comportamiento selectivo al aplicar el jugo de la planta únicamente en la herida facial, lo que sugiere una intencionalidad en su acción, según Isabelle Laumer del Instituto Max Planck.
El tratamiento de la herida con Akar Kuning llevó a una rápida cicatrización en Rakus, cerrando en cinco días y curándose por completo en un mes. Este comportamiento, nunca antes observado en orangutanes salvajes, plantea interrogantes sobre la intencionalidad y el surgimiento de la automedicación en animales no humanos.
Caroline Schuppli, autora principal del estudio, sugiere que este comportamiento innovador puede surgir de la exploración individual de los orangutanes, y Rakus podría no ser el único en mostrarlo en su población natal fuera de la zona de estudio de Suaq.
Este hallazgo proporciona nuevas perspectivas sobre la automedicación en primates no humanos y los orígenes evolutivos de la medicina en animales.
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