Moscú ha anunciado este lunes el inicio de ejercicios de preparación y uso de armas nucleares no estratégicas, con la participación de unidades de misiles, aviación y fuerzas de la Armada de Rusia, en respuesta a lo que el gobierno ruso describe como “declaraciones provocativas” de funcionarios occidentales.
Estos ejercicios, que se llevarán a cabo “en el futuro próximo”, han sido ordenados por el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Rusia, el presidente Vladímir Putin, según detalla el Ministerio de Defensa ruso en un comunicado. El objetivo de estas maniobras es preparar y practicar el uso de armas nucleares no estratégicas.
El portavoz presidencial, Dmitri Peskov, ha afirmado que Occidente está provocando una nueva ronda de tensión sin precedentes en Ucrania, lo que requiere medidas de respuesta por parte de Moscú. Peskov destacó las declaraciones de líderes occidentales, incluido el presidente francés Emmanuel Macron, y representantes del Senado de EE.UU., que han hablado sobre la disposición de enviar tropas a Ucrania, lo que, según Peskov, es una escalada de tensión sin precedentes.
Por su parte, el expresidente ruso y actual vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvédev, ha denunciado el coro de “sinvergüenzas irresponsables” en la élite política occidental que abogan por enviar tropas occidentales a Ucrania. Medvédev advirtió que una intervención occidental en Ucrania podría llevar a una catástrofe mundial, ya que Rusia respondería en consecuencia.
Estas tensiones se producen en medio de discusiones sobre el posible despliegue de armas nucleares de la OTAN en Europa y el envío de tropas occidentales a Ucrania. El presidente de Polonia, Andrzej Duda, ha reiterado el interés de su país en el despliegue de armas nucleares de la OTAN, mientras que el presidente francés, Emmanuel Macron, ha abogado por una Europa capaz de defenderse con sus propias armas nucleares. Sin embargo, varios líderes europeos, incluido el ministro de Exteriores de Hungría, Peter Szijjarto, han expresado preocupaciones sobre un posible enfrentamiento directo entre Rusia y la OTAN, advirtiendo sobre las consecuencias catastróficas que podría tener para el mundo.