La violencia está en aumento en el cantón Durán, ubicado cerca de Guayaquil (Guayas), y las proyecciones indican que podría experimentar hasta un 14% más de homicidios en comparación con el año pasado. Durán ya registró una tasa de homicidios superior a la de algunas de las ciudades más violentas del mundo en 2023.
Hasta el martes 7 de mayo, Durán reportó 177 muertes violentas, en comparación con las 44 registradas en el mismo período del año anterior, lo que representa un aumento del 302,27% en la criminalidad.
En todo 2023, el cantón registró 442 asesinatos, y si continúa al ritmo actual, podría cerrar 2024 con 504 crímenes.
A pesar del estado de excepción de 90 días y la declaración de conflicto interno contra 20 bandas terroristas a nivel nacional, que redujeron los niveles de violencia a escala nacional, en Durán la situación no ha mejorado. El Gobierno Nacional incluso decretó un nuevo estado de excepción de 60 días en varias provincias, incluida Guayas, para complementar las operaciones militares contra grupos armados organizados.
En Durán, las bandas criminales, como Latin Kings y Chone Killers, están librando una cruenta guerra por el control territorial para el narcotráfico, el microtráfico de drogas, así como para delitos como la extorsión y el secuestro.
Los niveles de violencia afectan no solo la seguridad ciudadana, sino también las actividades escolares, municipales y económicas en el área.
A pesar de los esfuerzos gubernamentales, la violencia en Durán persiste, con casos recientes de secuestros y extorsiones que afectan a la población y a las empresas locales.
Durán se enfrenta a problemas de violencia desde 2021, con sucesivos estados de excepción, y las disputas criminales entre bandas como Latin Kings y Chone Killers han contribuido a los altos niveles de violencia en la zona.
El cantón sirve como un punto de almacenamiento de cocaína, lo que genera disputas entre las organizaciones criminales locales. Sin embargo, la militarización no siempre garantiza una reducción en la violencia, ya que existen variables complejas en el entorno criminal que influyen en la situación.
El tráfico de drogas a pequeña escala se ha intensificado en Durán, especialmente después de la pandemia de COVID-19, cuando las organizaciones criminales aprovecharon un vacío de poder en las calles para expandir sus operaciones.