La Cámara de Comercio de Quito ha emitido una advertencia contundente sobre la situación crítica del sector eléctrico en Ecuador, señalando que subsanar los problemas actuales requerirá una inversión significativa de $13.000 millones. La presidenta de la CCQ, Mónica Heller, ha destacado que el sistema eléctrico ha sufrido un deterioro durante la última década debido al desfinanciamiento, lo que ha llevado a la necesidad de renovar, mantener y reparar la infraestructura con urgencia.
Heller ha subrayado la creciente demanda y consumo eléctrico en el país, junto con el deterioro de las infraestructuras, como factores clave que han contribuido a esta crisis energética. Además, ha enfatizado que sin una apertura a la inversión privada en sectores fundamentales, la situación solo empeorará con el tiempo.
La inversión requerida se destinaría a un plan integral para el desarrollo de industrias básicas en el país, abarcando un período de diez años, desde 2018 hasta 2027, según lo establecido por el Ministerio de Energía y Minas. Esta inversión es crucial para cumplir con el Plan Maestro de Electricidad y abordar las necesidades energéticas actuales y futuras del país.
Los cortes eléctricos han tenido un impacto devastador en todos los sectores económicos, con pérdidas estimadas en $18 millones por hora, lo que equivale a $106 millones al día en promedio, según los cálculos de la CCQ. Estas cifras superan las estimaciones previas y reflejan la urgencia de abordar la crisis energética de manera efectiva.
Además, se han destacado las limitaciones legales que obstaculizan el autoabastecimiento del sector privado, lo que podría ser una solución viable para mitigar la crisis. Sin embargo, se necesita una apertura regulatoria para permitir una mayor inversión y desarrollo en este ámbito.
En resumen, la situación energética en Ecuador es grave y requiere acciones urgentes y una inversión significativa para evitar consecuencias aún más catastróficas en el futuro.