El exasambleísta socialcristiano Pablo Muentes enfrenta acusaciones de manipulación en el sistema judicial, utilizando a Mayra Salazar para favorecerse en una demanda en su contra.
El caso, conocido como “Purga”, ha sacado a la luz una red de corrupción operando en la Corte Provincial de Justicia del Guayas. Durante su testimonio en este caso, Mayra Salazar, exasesora de la Presidencia de la Corte de Guayas, reveló cómo ella y otra funcionaria manipularon el sorteo de casos para beneficiar a Muentes en una demanda civil presentada por el Banco del Pacífico.
Salazar detalló cómo Muentes solicitó específicamente que la apelación del Banco del Pacífico recayera en un tribunal particular, integrado por ciertos jueces. Con la ayuda de Susana Batalla, otra funcionaria, lograron alterar el sistema de sorteos para que el caso fuera asignado al tribunal deseado.
A pesar de estos esfuerzos, hubo complicaciones. Uno de los jueces designados se negó a participar, lo que llevó a la intervención de Fabiola Gallardo, entonces presidenta de la Corte Provincial, y Mercedes Villarreal, directora de la Judicatura en Guayas. Gallardo y Villarreal fueron acusadas de orquestar un cambio de jueces para asegurar un fallo favorable a Muentes.
El fiscal Wilson Toainga reveló cómo se llevaron a cabo estos cambios, incluso con la firma de documentos para la sustitución de jueces. A pesar de los desafíos legales, el tribunal asignado finalmente emitió un fallo a favor de Muentes. Estas revelaciones arrojan luz sobre la supuesta influencia y manipulación dentro del sistema judicial, destacando la necesidad de una mayor transparencia y rendición de cuentas en la administración de justicia.