En un país marcado por la violencia, 25 cantones de 11 provincias de Ecuador se destacan por no registrar asesinatos al menos desde 2010, convirtiéndose en los sitios más seguros del país. Este dato proviene de un registro público que comenzó en enero de 2010 y cuya última actualización fue en abril de 2024. Durante estos 14 años y cuatro meses, Ecuador registró un total de 33,832 asesinatos, según datos de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).
Provincias con cantones sin asesinatos
Azuay: La provincia con más cantones seguros
Azuay lidera la lista con seis de sus 15 cantones sin muertes violentas, incluyendo El Pan y Chordeleg, conocidos por su baja población y actividad turística. Chordeleg, con 12,197 habitantes, es famoso por su artesanía joyera.
Carchi, Loja y Zamora Chinchipe
Cada una de estas provincias fronterizas tiene tres cantones sin asesinatos. San Pedro de Huaca en Carchi, por ejemplo, es una pequeña ciudad productora de lácteos y tubérculos con 7,937 habitantes.
Chimborazo, El Oro y Galápagos
En estas provincias, dos cantones cada una no han registrado asesinatos. Chunchi y Penipe en Chimborazo son principalmente agrícolas y de mayoría indígena.
Cañar, Morona Santiago, Pastaza y Tungurahua
Cada una de estas provincias tiene un cantón sin muertes violentas. Mocha en Tungurahua es notable por su gastronomía, especialmente la preparación tradicional del cuy.
Contexto nacional de la violencia
Entre enero de 2010 y abril de 2024, Ecuador vivió 14 años y cuatro meses de violencia con 33,832 asesinatos. El 25.8% de estos crímenes ocurrieron en Guayaquil, con un total de 8,742 muertes violentas. Otros cantones con altos índices de asesinatos incluyen Quito, Esmeraldas, Durán, Quevedo, Santo Domingo, Manta, Machala, Babahoyo y Portoviejo.
Conclusión
A pesar de la alarmante cifra de muertes violentas en el país, estos 25 cantones representan un oasis de seguridad. Su situación destaca la importancia de entender y replicar las condiciones que permiten a estas comunidades vivir sin el azote de la violencia criminal.
Comments are closed