El exvicepresidente Jorge Glas afirmó durante la audiencia de recusación contra el conjuez Julio Inga, del caso Reconstrucción de Manabí, que los dos celulares y la tablet incautados durante su detención el 5 de abril de 2024, pertenecen a la Embajada de México.
Conectado de forma virtual desde la cárcel La Roca, en Guayaquil, Glas declaró el miércoles 12 de junio de 2024, que los dispositivos incautados no estaban en su poder al momento de su detención. “Esposado como yo estaba, cargado como una vaca por parte de unos ocho miembros del GIR, ¿Dónde tenía yo, señor magistrado, dos celulares y una tablet?”, cuestionó Glas durante su intervención dirigida al juez nacional Felipe Córdova.
Glas insistió en que su detención fue ilegal y que los dispositivos pertenecen a la sede diplomática mexicana. “Es imposible, señor magistrado, por elemental lógica, que una persona esposada, en pijama, tenga encima dos teléfonos y una tablet”, subrayó, señalando la inconsistencia de la acusación.
El pasado 12 de abril, el magistrado Inga aceptó la solicitud de la Fiscalía para extraer información de los dispositivos incautados. Glas ha intentado impedir esta pericia, argumentando que los dispositivos no son suyos.
En la audiencia, el juez de la Corte Nacional, Felipe Córdova, negó la recusación planteada por la defensa de Glas, que alegaba supuesta enemistad manifiesta con el conjuez Inga. La defensa no logró justificar adecuadamente la enemistad, por lo que Inga continuará a cargo del caso.
El abogado de Glas criticó que Inga actuó con rapidez para atender una solicitud de la Fiscalía mientras tardó en responder una del exvicepresidente. Por su parte, Richard Villagómez, abogado del conjuez Inga, sostuvo que su cliente actuó conforme a los procedimientos legales y que las pruebas presentadas por la defensa de Glas eran “ineficaces, impertinentes e inconducentes”.
Jorge Glas está procesado por presunto peculado en el caso Reconstrucción de Manabí. La controversia sobre la propiedad de los dispositivos incautados y la legalidad de su detención en la Embajada de México han añadido complejidad al proceso judicial.
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