En un reciente artículo del medio británico The Guardian, se describe a Ecuador como una “zona de guerra”, destacando su creciente rol en la ruta de envío de drogas hacia Europa. El reportaje explica cómo el país, y en particular la ciudad de Guayaquil, se han convertido en puntos neurálgicos para el tráfico de cocaína, una situación que ha desencadenado una ola de violencia sin precedentes.
La investigación señala que la alarmante violencia que azota a Guayaquil está directamente relacionada con las “grandes cantidades de cocaína que se envían desde Sudamérica”. Esto ha llevado a que la ciudad portuaria sea catalogada como una de las más violentas del mundo. Según The Guardian, Ecuador ha sido transformado en una especie de “autopista” para el tránsito de este alcaloide, provocando enfrentamientos feroces entre bandas narcodelictivas locales y extranjeras.
El reportaje destaca la ubicación estratégica del puerto de Guayaquil, que ha captado la atención de dos de los cárteles mexicanos más poderosos: el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación. Estos cárteles han establecido alianzas con socios locales, desencadenando una lucha violenta por el control del tráfico de drogas en la región.
La situación en Ecuador es un reflejo de las dinámicas complejas y peligrosas del tráfico internacional de drogas, que no solo afecta a las naciones productoras sino también a los países de tránsito. La violencia, la corrupción y el temor se han convertido en el día a día de los ecuatorianos, especialmente en Guayaquil, donde la guerra entre los cárteles mexicanos y sus aliados locales ha sembrado caos y desolación.
The Guardian resalta la necesidad urgente de abordar esta crisis, no solo a nivel local sino también internacional, para frenar la expansión de estas redes criminales y devolver la paz a las comunidades afectadas.