En mayo de 2024, el promedio de detenciones de migrantes en la frontera entre Estados Unidos y México alcanzó las 3,800 por día, según informes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP). Las autoridades estadounidenses reportaron un total de 117,900 detenciones de personas que intentaron cruzar de manera irregular. Entre los detenidos, más de 10,000 eran ecuatorianos.
De acuerdo con CBP, casi la mitad de los detenidos, más de 45,000, eran de nacionalidad mexicana. Los ecuatorianos fueron la segunda nacionalidad más arrestada con 10,060 detenciones, seguidos por los colombianos con 9,259. Estos datos reflejan una disminución del 9% en comparación con abril de 2024.
El jefe de CBP, Troy Miller, atribuyó la reducción a la colaboración con socios extranjeros para hacer cumplir la ley y combatir las organizaciones criminales transnacionales. Funcionarios del gobierno de Joe Biden también señalaron que las acciones de las autoridades mexicanas para frenar el flujo de migrantes hacia el norte han contribuido a esta reducción.
Sin embargo, migrantes y organizaciones de derechos humanos han denunciado que estas medidas los ponen en situaciones vulnerables, exponiéndolos a secuestros y abusos por parte de carteles y extorsiones por fuerzas del orden mexicanas.
Las cifras de mayo se publicaron dos semanas después de que la administración Biden impusiera nuevas restricciones al asilo en la frontera, impidiendo a la mayoría de quienes cruzan irregularmente solicitar asilo en Estados Unidos. Estas restricciones, criticadas por grupos de derechos humanos, se mantendrán hasta que los cruces irregulares bajen a un promedio de 1,500 diarios, cifra no vista desde 2020. En mayo, el promedio fue de 3,800 detenciones diarias.
En lo que va del año, cientos de miles de personas han llegado a la frontera sur de Estados Unidos buscando mejores oportunidades y huyendo de crisis sociales y políticas en países como Venezuela, Ecuador y Haití. Según la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), más de 21 millones de personas están desplazadas en todo el continente americano.