La erosión regresiva del río Coca continúa avanzando a un ritmo alarmante, habiendo recorrido 900 metros en la última semana, lo que aumenta significativamente el riesgo para la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair. Este fenómeno natural ha levantado nuevas alertas, ya que podría destruir las obras de captación de la mayor hidroeléctrica de Ecuador, dejándola fuera de operación de manera permanente.
Entre el 16 y el 23 de junio de 2024, la erosión del río Coca avanzó desde un punto ubicado a 7,3 kilómetros de las obras de captación de Coca Codo Sinclair, situadas entre las provincias amazónicas de Napo y Sucumbíos. Con este avance, la erosión se encuentra ahora a aproximadamente 6,4 kilómetros de estas cruciales instalaciones, según los reportes del holding estatal Celec, que monitorea continuamente este fenómeno. Celec aclaró que el punto exacto aún está por confirmar debido a las lluvias continuas que dificultan la evaluación de la zona.
Coca Codo Sinclair es responsable del 25% de la electricidad que requiere Ecuador para satisfacer su demanda, por lo que su salida de operación tendría un impacto significativo en el suministro eléctrico del país. La erosión regresiva comenzó en febrero de 2020 con el colapso de la cascada San Rafael, y desde entonces, ha ido avanzando río arriba, minando el lecho del río y carcomiendo sus márgenes, formando enormes socavones. Este avance erosivo amenaza con destruir las obras de captación que desvían el agua del río a través de una tubería hacia las turbinas de Coca Codo Sinclair para la generación de electricidad.
El fenómeno se reactivó tras el fuerte temporal que azotó la provincia amazónica de Napo el 16 de junio, cuando el caudal del río alcanzó 3.354 metros cúbicos por segundo a las 12:00 de ese día, siendo la segunda crecida más grande desde el 19 de julio de 2021.
En un intento por frenar este riesgo, Celec lanzó un concurso público en noviembre de 2023 para construir un dique permeable en el lecho del río, diseñado para reducir la fuerza de arrastre del agua y ralentizar la erosión. Sin embargo, el proceso de adjudicación ha enfrentado observaciones del Servicio de Contratación Pública (Sercop) y aún no se ha concretado.
El ministro de Energía, Roberto Luque, declaró el 27 de mayo de 2024 que hará lo posible para salvar la licitación y contratar las obras necesarias para mitigar la erosión regresiva que amenaza a Coca Codo Sinclair.
Además, la erosión ha afectado a otras infraestructuras críticas. El 17 de junio de 2024, el Oleoducto de Crudos Pesados (OCP) suspendió sus operaciones para evitar un derrame de petróleo en el kilómetro 102 de la vía Quito-Lago Agrio, debido al avance lateral de la erosión del río Coca. Como consecuencia, la petrolera estatal Petroecuador se vio obligada a apagar varios pozos petroleros, provocando un desplome en la producción.
La situación sigue siendo crítica y las autoridades buscan soluciones urgentes para evitar una catástrofe que podría afectar gravemente la economía y el suministro energético de Ecuador.
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