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RIESGO PAÍS DE ECUADOR “TREPA”  A 1.421 PUNTOS, POR DESPLOME DE LA PRODUCCIÓN DE PETRÓLEO

El riesgo país de Ecuador ha trepado a 1.421 puntos, marcando un preocupante incremento impulsado por la drástica caída en la producción petrolera y la amenaza que representa la erosión del río Coca para la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair.

Desde el 29 de abril de 2024, cuando el riesgo país alcanzó su punto más bajo del año con 1.111 puntos, los indicadores han mostrado una tendencia al alza. La situación se ha agravado en las últimas semanas debido a la suspensión de operaciones del Oleoducto de Crudos Pesados (OCP), que transporta el 40% del petróleo del país. La erosión regresiva del río Coca, en la provincia amazónica de Napo, ha puesto en riesgo la integridad del oleoducto, obligando a su cierre para prevenir daños ambientales.

El decano de la Escuela de Negocios de la Universidad de las Américas (UDLA), Santiago Mosquera, explica que la producción petrolera ha caído un 19% desde la suspensión del OCP, reduciendo la producción nacional a 392.730 barriles diarios de petróleo al 23 de junio de 2024. Esta cifra representa una disminución de 92.803 barriles en comparación con los 485.533 barriles diarios registrados el 16 de junio.

Ecuador ha notificado a sus compradores de petróleo la suspensión de exportaciones debido a causas de fuerza mayor. En respuesta, el OCP ha anunciado la construcción de un bypass como solución temporal, mientras se contempla un nuevo trazado del ducto, que requeriría una inversión de 200 millones de dólares y la ampliación del contrato con OCP, cuyo plazo vence el 31 de julio de 2024.

La incertidumbre en torno a la renegociación de este contrato se suma a la tensión, especialmente tras la decisión popular de cesar las operaciones en el bloque petrolero ITT, el más prometedor del país. La Corte Constitucional ha establecido un plazo hasta el 20 de agosto de 2024 para cumplir con esta resolución, lo que podría reducir el transporte de petróleo a través del OCP en 55.000 barriles diarios, afectando significativamente su capacidad operativa.

Otro factor que preocupa a los inversionistas es la amenaza que la erosión regresiva del río Coca representa para la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, la mayor del país. Mosquera advierte que la destrucción de las obras de captación de la hidroeléctrica podría resultar en su inoperatividad, causando cortes de energía y obligando a Ecuador a aumentar la importación de combustibles para operar sus plantas termoeléctricas, lo que impactaría negativamente en las cuentas fiscales.

El presidente Daniel Noboa había expresado a principios de año su intención de buscar medios legales para retrasar el cierre del bloque ITT, pero aún no se ha presentado ninguna acción ante la Corte Constitucional. La falta de claridad sobre el futuro de este bloque y la posible inutilización de la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair siguen generando incertidumbre en el mercado internacional, elevando el riesgo país y afectando la economía ecuatoriana.

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