La nave espacial Boeing Starliner, que actualmente se encuentra en la Estación Espacial Internacional (EEI), podría permanecer en órbita por varios meses debido a problemas técnicos. Sin embargo, los funcionarios aseguran que los astronautas no están varados.
La misión del Starliner, que comenzó a principios de junio y estaba programada para durar solo unos días, se ha extendido por más de tres semanas. La nave sufrió fugas de helio y fallos en sus propulsores durante el viaje a la EEI, lo que ha complicado su regreso.
Steve Stich, director del Programa de Tripulación Comercial de la NASA, mencionó que la duración de la misión podría extenderse de 45 a 90 días. Actualmente, no hay una fecha firme para el regreso del Starliner.
Parte de la extensión se debe a las pruebas que Boeing y la NASA planean realizar en Nuevo México para entender mejor los problemas con los propulsores. Aunque cuatro de los cinco propulsores dañados han sido restaurados, uno sigue sin funcionar y no se espera que lo haga durante el resto de la misión.
Mark Nappi, vicepresidente y director del programa de tripulación comercial de Boeing, explicó que las pruebas en tierra podrían ayudar a identificar las causas de los fallos en los propulsores. Si las pruebas ofrecen respuestas claras, la nave podría desacoplarse y regresar a casa. De lo contrario, se podrían realizar más pruebas en órbita para obtener información adicional.
Mientras tanto, los astronautas Suni Williams y Butch Wilmore se han integrado con la tripulación de la EEI, llevando a cabo tareas rutinarias mientras esperan la resolución de los problemas técnicos.
El lanzamiento del Starliner sobre un cohete Atlas V el 5 de junio fue solo el comienzo de los problemas. Se detectaron fugas de helio antes del lanzamiento, pero no se consideraron lo suficientemente graves como para cancelar el despegue.
Además de las fugas de helio, el Starliner enfrentó fallos en sus propulsores durante el viaje a la EEI. El módulo de servicio, que proporciona gran parte de la potencia del vehículo, es desechado y destruido durante la reentrada a la atmósfera, por lo que los equipos de Boeing y la NASA han optado por mantener la nave acoplada mientras investigan los problemas.
El programa Starliner ha enfrentado numerosos retrasos y sobrecostos, especialmente en comparación con su competidor, el Crew Dragon de SpaceX. El Crew Dragon completó su primer vuelo de prueba en 2020 y ha estado realizando misiones de rutina desde entonces. Boeing, por otro lado, ha diseñado el Starliner desde cero, lo que ha resultado en mayores desafíos y contratiempos.
El Starliner ha enfrentado múltiples problemas desde su primera misión de prueba en 2019, que terminó abruptamente debido a errores de software. Una segunda prueba en 2022 también descubrió problemas adicionales.
Stich indicó que los ingenieros aún no han resuelto completamente los problemas con los propulsores, y que el objetivo de la misión extendida es desentrañar estos misterios.
No es raro que los astronautas extiendan su estancia en la EEI. Por ejemplo, el astronauta de la NASA Frank Rubio pasó 371 días en el espacio debido a problemas con su cápsula Soyuz. Las estancias prolongadas pueden ser causadas por diversos factores, incluyendo mal tiempo en la Tierra o ajustes en el horario de la misión.
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