Transportistas colombianos mantienen un bloqueo indefinido en el puente de Rumichaca, paralizando el comercio terrestre con Ecuador. La Asociación Colombiana de Camioneros lidera esta protesta, superando las 24 horas de paro y exigiendo al gobierno de Colombia responder a sus demandas. Édison Mena, presidente de la seccional Ipiales de la Asociación, confirmó la continuidad del “plantón pacífico” hasta alcanzar un acuerdo con el gobierno de Gustavo Petro.
Motivados por problemas como la inseguridad y el mantenimiento vial deficiente, así como bloqueos frecuentes por comunidades indígenas en la vía panamericana, cerca de 100 transportistas colombianos también objetan el ingreso de vehículos con placas ecuatorianas en Colombia, desafiando acuerdos que restringen este tránsito a ciudades fronterizas.
A pesar de una mediación inicial en el departamento de Nariño, el gremio espera la instalación de una mesa de diálogo en Ipiales o Pasto con representantes de los ministerios de Transporte y Defensa de Colombia.
El impacto en el comercio bilateral es severo: aproximadamente 52 camiones ecuatorianos están varados a ambos lados de la frontera, según la Gobernación del Carchi. La gobernadora Lucía Pozo ha solicitado un “paso humanitario” para estas mercancías, rechazado por los camioneros. El paro diario implica pérdidas estimadas en USD 1 millón para Tulcán y amenaza con daños adicionales a Ipiales, especialmente durante los fines de semana con mayor tráfico.
Con el comercio totalmente paralizado, productos represados en bodegas en Tulcán enfrentan riesgos de descomposición. La Cámara de Comercio de Tulcán estima exportaciones diarias de 500-600 toneladas de Ecuador a Colombia, y 800-1,000 toneladas en importaciones inversas. El flujo diario de 400-500 transportes subraya la urgencia de un acuerdo rápido para evitar mayores complicaciones comerciales bilaterales, según Nelson Cano, presidente de la Cámara de Comercio de Tulcán.