El Banco del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (Biess) destinará USD 3.000 millones de sus recursos para comprar bonos del Estado en 2024, con el objetivo de aliviar la liquidez de la caja fiscal. Esta cifra representa un incremento de USD 647 millones en comparación con la inversión realizada en 2023, cuando el Biess destinó USD 2.357 millones para comprar estos papeles, según el Plan de Inversiones aprobado por la Junta de Política y Regulación Financiera.
El Biess se convierte en un importante financista local del Estado, que requiere USD 11.551 millones en 2024 para financiar sus gastos y pagar las amortizaciones de deuda. Con las puertas del mercado internacional cerradas y un riesgo país de 1.390 puntos, Ecuador tendría que pagar una tasa de interés de hasta 21% si quisiera emitir bonos de deuda externa. En cambio, el Biess le presta al Estado a una tasa de interés anual promedio de 7,6% y con 11 años de plazo. De los USD 11.551 millones que el Estado debe conseguir en préstamos durante este año, USD 6.377 millones provendrán de la colocación de bonos internos, con el Biess dispuesto a comprar el 47% de esos papeles de deuda interna.
A pesar de que el Biess inyecta importante liquidez a la caja fiscal, el Estado es su principal deudor. En 2023, el Estado mantenía una deuda de USD 1.816 millones con el IESS por el no pago del 40% de pensiones. Además, adeuda unos USD 5.036 millones por una deuda histórica en salud. Esta última incluye gastos de atenciones médicas de los jubilados del IESS y aportes para enfermedades catastróficas, aunque el pago requiere una auditoría que no ha avanzado.
La deuda del Estado con el IESS crece cada año. El IESS solicitó al Ministerio de Finanzas USD 782 millones para cubrir los gastos de 2024 por atenciones médicas a jubilados y personas con enfermedades catastróficas, pero Finanzas no presupuestó valor alguno para este concepto en 2024. Esta falta de pago provocará un déficit cubierto con desinversiones en el Biess, afectando las reservas del portafolio de inversiones del banco.
La falta de pago del Estado también afecta a los afiliados y jubilados, generando una crisis de liquidez y una deuda con prestadores externos de servicios de salud, como la Sociedad de Lucha contra el Cáncer (Solca). Solca Quito y Solca Guayaquil suspendieron la atención a nuevos pacientes derivados por el IESS desde finales de junio de 2024 debido a una deuda que bordea los USD 100 millones y USD 120 millones, respectivamente.
El Estado podría pagar su deuda con el IESS usando bonos, una operación conocida como dación de pago en bonos, catalogada como ilegal por la Contraloría General del Estado en 2017. Ponerse al día con el IESS es uno de los compromisos del Gobierno como parte del nuevo programa de crédito con el Fondo Monetario Internacional (FMI). El Gobierno de Noboa tiene hasta octubre de 2024 para establecer un acuerdo con el IESS para la liquidación y el pago de estas obligaciones desde el año 2022, tanto con proveedores de salud internos como externos.
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