El próximo 15 de julio se dictará sentencia en el primer caso de impugnación de maternidad dentro de un matrimonio igualitario en Ecuador. La audiencia de juzgamiento tuvo lugar el 2 de julio de 2024 en la Unidad Judicial Especializada de la Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia, ubicada en el centro-norte de Quito.
En la audiencia, Violeta y Martina, quienes se casaron hace cinco años pero actualmente están separadas, presentaron sus argumentos. Violeta, quien se embarazó de Lucas mediante inseminación artificial, asegura que lo hizo con el consentimiento de Martina. Por otro lado, Martina niega haber tenido conocimiento del embarazo y no haber participado en el proceso de fecundación en el centro especializado de Quito.
Martina también sostiene que nunca acompañó a Violeta a los chequeos médicos ni estuvo presente durante la gestación. En apoyo a su defensa, el abogado de Martina, Gustavo Canelos, presentó pruebas para demostrar que Violeta asistió sola al centro de reproducción asistida.
Canelos presentó un informe detallando que Violeta acudió sola al centro de reproducción asistida, sin su esposa. Además, presentó un documento del Registro Civil, fechado el 13 de octubre de 2023, en el que Violeta admite que Lucas no pudo ser inscrito con sus apellidos debido a su estado civil.
En contraste, Violeta afirmó que ambas decidieron tener un hijo y que Martina eligió el perfil genético del donante. La abogada de Violeta, Johanna Orbe, de la fundación Girasoles de Justicia, señaló que cuentan con el testimonio del médico que realizó el tratamiento de reproducción asistida, respaldando que Martina estuvo involucrada en el proceso.
Si el fallo judicial favorece a Violeta, Martina tiene la intención de apelar y está dispuesta a llevar el caso hasta las últimas instancias. La resolución de este caso será un precedente importante en el reconocimiento de derechos dentro de matrimonios igualitarios en Ecuador.
Este caso ha captado la atención pública debido a su naturaleza pionera y las implicaciones legales y sociales que conlleva. La decisión que se tomará el 15 de julio marcará un hito en la jurisprudencia ecuatoriana y en los derechos de las parejas del mismo sexo.
Este caso se suma a una serie de debates y decisiones judiciales que buscan establecer y proteger los derechos de las familias diversas en Ecuador. En particular, se enfoca en la capacidad de las parejas del mismo sexo para tener y criar hijos, así como en los derechos legales que deben ser garantizados a los niños nacidos dentro de estas uniones.
La resolución de este caso será observada de cerca por organizaciones de derechos humanos y colectivos LGBTQ+, quienes ven en esta decisión una oportunidad para avanzar en la igualdad y la justicia para todas las familias en el país.
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