El 3 de julio de 2024, las autoridades de Panamá anunciaron el cierre de al menos tres pasos que utilizan los migrantes para cruzar la selva del Darién, en la frontera con Colombia. Esta medida, implementada con una “barrera perimetral”, tiene como objetivo “canalizar” el flujo de migrantes y ejercer un mayor control sobre esta ruta irregular, utilizada diariamente por cientos de personas en su camino hacia Norteamérica.
El Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) de Panamá, en un comunicado compartido con EFE, informó que estas acciones buscan gestionar la migración irregular masiva que enfrenta el país. Las autoridades explicaron que la medida pretende dirigir a los migrantes hacia Bajo Chiquito, el primer pueblo que encuentran tras días de atravesar la selva del Darién a pie. Los pasos cerrados incluyen rutas por la costa pacífica, la costa caribe y el sector del Hito de Chucurti, el cual ha sido bloqueado con barreras perimetrales.
Esta decisión se alinea con la promesa del nuevo presidente de Panamá, José Raúl Mulino, quien asumió el poder dos días antes y se comprometió a frenar la migración irregular. En cumplimiento de su promesa, Mulino firmó un acuerdo con Estados Unidos para abordar este desafío.