Un estudio reciente del National Center for Biotechnology ha generado debate al sugerir que las personas en relaciones estables tienden a ganar más peso que aquellas que están solteras.
El estudio, que siguió a 169 parejas durante cuatro años, encontró que las parejas más felices y contentas con su relación ganaban más peso en comparación con aquellas menos felices, quienes tendían a mantener o perder peso.
Andrea Meltzer, autora principal del estudio, comentó: “Nuestro estudio sugiere que las personas piensan en su peso en términos de atractivo más que de salud”. Esto indica que en relaciones estables, la preocupación por la apariencia física puede disminuir debido a la seguridad emocional.
Las parejas en relaciones estables a menudo desarrollan rutinas más relajadas, disfrutando de comidas indulgentes y cenas románticas, lo que puede llevar a un mayor consumo calórico. Un artículo en actitudfem.com señaló que muchas parejas prefieren actividades sedentarias, como ver televisión o salir a cenar, contribuyendo a un estilo de vida menos activo.
El confort emocional en relaciones felices puede llevar a una menor vigilancia sobre las elecciones dietéticas, resultando en un consumo más frecuente de alimentos reconfortantes. Este fenómeno, conocido como “comer por comodidad”, implica que la comida se convierte en una fuente de placer compartido más allá de su valor nutricional.
1. Creación de rutinas saludables conjuntas: Desarrollar rutinas de ejercicio juntos, como caminatas nocturnas o clases de fitness, fomenta la responsabilidad mutua y fortalece la relación.
2. Planificación de menús y cocina saludable: Colaborar en la creación de menús nutritivos y cocinar juntos permite un mayor control sobre los ingredientes y las porciones.
3. Establecimiento de metas realistas y de apoyo: Establecer metas de salud y bienestar conjuntas, enfocadas en el bienestar general más que en la apariencia física, puede ser beneficioso.
4. Equilibrio entre disfrute y salud: Encontrar un equilibrio entre disfrutar de la vida y mantener un estilo de vida saludable es clave. Permitir indulgencias ocasionales sin culpa, pero siendo conscientes de la importancia de la salud a largo plazo.
Estar en una relación estable no tiene por qué ser sinónimo de ganar peso. Con un enfoque consciente en la alimentación saludable, el ejercicio regular y el apoyo mutuo, las parejas pueden fortalecer su relación y su bienestar físico simultáneamente.