Ecuador cuenta con el primer programa de mejoramiento genético de alpacas, desarrollado en la provincia andina de Chimborazo. Este innovador proyecto, conocido como “Crianza de Alpacas en Chimborazo”, beneficia a más de 6.772 familias de las comunidades indígenas de los cantones de Riobamba, Guano, Colta, Guamote y Alausí. La iniciativa se centra en la multiplicación y crianza técnica de alpacas, liderada por la comunidad y con una fuerte participación de madres artesanas, transformando así la vida de las comunidades locales, según informó World Vision Ecuador.
El proyecto ha impulsado la rentabilidad social, ambiental y económica de la crianza de alpacas en la región, proporcionando una alternativa de producción sostenible y efectiva. Entre los logros tangibles se destacan la creación de centros de negocios, comunidades de intercambio de conocimientos, espacios de diálogo con socios estratégicos y cajas de ahorro comunitarias, que han asegurado medios de vida sostenibles para las familias.
“Este proyecto ha permitido que la crianza certificada de alpacas cambie la vida de 33 comunidades indígenas, que ahora cuentan con 8 fuentes de agua seguras y han aprendido a cuidar el ecosistema del páramo”, explicó Esteban Lasso, director País de World Vision Ecuador. Además, la iniciativa ha generado un modelo de inclusión social y económica, con un notable cambio cultural en las comunidades, especialmente entre los hombres.
Ecuador ahora cuenta con el primer programa genético de alpacas, avalado científicamente por la Escuela Superior Politécnica de Chimborazo. “Actualmente, tenemos un grupo de 15 alpacas de élite, con las que realizamos cruces y mejoramiento genético. Esto permite obtener especies de alto valor y lana de muy alta calidad con estándares internacionales, que representan el sustento de muchas familias en Chimborazo”, añadió Lasso.
La crianza de alpacas también tiene un impacto positivo en la conservación de los páramos y fuentes hídricas de la región. Chimborazo, una provincia con altos índices de pobreza, se ha beneficiado significativamente del proyecto, que ha ayudado a mejorar la calidad de vida en las comunidades. La formación de Cooproagrocan, una cooperativa de productores agropecuarios de camélidos andinos, ha sido fundamental en este esfuerzo.
Juan Llusca, gerente de Cooproagrocan, comentó: “Buscamos dar estabilidad económica y sustento a las comunidades, comprando fibra, pie de cría y machos de descarte para carne; así la gente puede cuidar los páramos y el agua, y al mismo tiempo mejorar sus condiciones económicas”. Además, se ha implementado un centro de acopio de fibra de alpaca y de procesamiento textil, y 82 promotores comunitarios se han capacitado para replicar talleres de producción de alpaca en sus comunidades. Más de 300 mujeres artesanas procesan la fibra de alpaca, dinamizando la economía local.
En términos ambientales, la crianza de alpacas ha permitido la conservación de 31.483 hectáreas de páramo, con 72 promotores comunitarios formados para este fin. El peso ligero de las alpacas, sus almohadillas plantares, sus dientes y su menor consumo de agua y alimento contribuyen a la preservación del páramo, evitando su destrucción.
El proyecto “Crianza de Alpacas en Chimborazo” se erige como un modelo integral de inclusión social, económica y de conservación ambiental, brindando nuevas oportunidades y mejorando la calidad de vida de miles de familias en la región.
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